Úrsula Perona es especialista en psicología clínica infanto juvenil. Involucrada de lleno en educación infantil, desde su web personal ayuda a los padres con herramientas de fácil aplicación en la crianza de los niños.
¿Cuál es el error más común que cometen los padres al educar al educar a sus hijos?
Tal vez el error más común es la sobreprotección. No permitimos que los niños se equivoquen, se esfuercen, o sufran cualquier emoción negativa ( les protegemos de la tristeza, de la ira, de la decepción o de la frustración). Y no son emociones malas, al contrario, forman parte del repertorio emocional del ser humano, y todas sirven para algo.
Nos protegen, nos movilizan, nos ayudan a afrontar la vida. Y otro error muy común es no ver los defectos de nuestros hijos. Si no vemos sus errores, o sus puntos débiles, difícilmente les podremos ayudar a mejorar.
¿Cómo crees que ha cambiado con el correr de los años la educación paterna en España?
En general hay una difusión de la autoridad. Tradicionalmente y hasta hace no tanto, la madre quedaba en casa al cuidado de los hijos y el padre pasaba el día fuera trabajando. A menudo era la figura paterna la que más autoridad disponía. "¡cuando llegue tu padre verás!": creo que todos hemos escuchado esta frase alguna vez. Desde hace unos años, debido entre otros factores a la incorporación de la mujer al mundo laboral, los roles del padre y de la madre están cambiando.
La autoridad se difumina, y en muchos casos ya no la ostenta ninguno de los dos. Cada vez somos más permisivos, más laxos, y estamos menos presentes. Estamos más estresados y desbordados, tenemos poca ayuda y poco tiempo real para estar con nuestros hijos.
¿Afecta a la educación en casa la falta de conciliación entre lo familiar y laboral?
Afecta y mucho. En España solo la idea de conciliar es un mito. Creo que los padres y las madres de hoy en día tienen mucho mérito: se enfrentan a la crianza más solos que nunca, con menos apoyos, y menos tiempo y más estrés. Las bajas maternal y paternal son ridículas, y no cubren las necesidades básicas del niño ni de los padres.
Y a partir de ahí todo es un poco ir a salto de mata, sobrevivir. De lo único que tenemos ahora más que nunca es información. Pero por desgracia, eso también nos está volviendo padres ansiosos e inseguros. Un exceso de información tampoco ayuda. Al contrario, nos puede desorientar.
¿Puede la educación erradicar el Bullying?
La mejor forma de combatir el Bullying es educar: educar en empatía, en civismo, en prosocialidad, en normas y valores. Hay un vacío en general en las escuelas de asignaturas concretas que aborden estas áreas. Y no es culpa de profesores o colegios. Es el sistema educativo que no contempla en el currículo escolar estas necesidades. Y también desde casa. Los padres no podemos dejar para otro esa tarea.
Muchos padres creen que el Bullying, en realidad es cosa de chicos, ¿Cómo podemos detectar los adultos que los niños están siendo víctimas de burlas y agresiones en su entorno infantil?
Los padres debemos estar atentos a cambios en el rendimiento académico del niño, en su estado de ánimo, que se niegue a ir al colegio o a otras actividades. Muchas veces no lo cuentan por vergüenza, o por sentimientos de culpa. Así que debemos preguntarles y estar al tanto de su día a día. Una buena comunicación es clave.