Antonio Pavón se ha ganado el título de concursante más odiado por la audiencia. Por ejemplo, en las redes sociales se ha mostrado un vídeo en el que el español, que lleva muchos años viviendo en Perú, ataca de manera racista a Miriam Saavedra, asegurando que era una india marginal.

La que fuera ganadora de “Gran Hermano VIP 6” ha sido la encargada de desvelar estas fuertes palabras del actual concursante del reality más extremo de Mediaset en su perfil de Instagram.

Miriam ha querido mostrar las duras e intolerables declaraciones de uno de los actuales concursantes de “Supervivientes 2020".

La joven ha subido los insultos racistas que pronunció el propio Antonio Pavón hace bastante tiempo, aunque no queda muy claro si estas palabras van dirigidas hacia la propia Miriam o hacia otra persona.

Según dice el propio Pavón a una mujer, ella es una "india marginal" ya que es peruana y tiene esa determinada educación y esa forma de ver la vida. Va a vivir y va a morir de esa manera. Iba a colgarle e iba a seguir con su vida. Este es el audio de un vídeo colgado por la propia Miriam Saavedra en su perfil.

La expareja del presentador Carlos Lozano también se defiende ante las numerosas críticas y afirma que tiene pruebas de que el torero español se refería a ella de esta manera tan desagradable.

Por esa razón, en Perú, le detestan y con justicia. Este es el verdadero señor Pavón.

Antonio Pavón es uno de los grandes desconocidos de esta edición

El torero nacido en Málaga hace 38 años, se ha hecho más conocido en Perú y en España por su relación con algunas mujeres conocidas que por su trabajo en los ruedos. Incluso, en Perú es considerado un verdadero showman.

Es más conocido por su vida sentimental que por su trabajo.

El joven tuvo problemas en Perú al negarse a matar al animal en la plaza

Según su descripción, el joven proviene de una familia bastante acomodada de Málaga, pero, en el año 2011, la familia sufrió duramente los efectos de la grave crisis económica que golpeó el país.

Por esa razón, el joven decide marcharse a Lima, la capital de Perú, para dedicarse al mundo del toreo. Pero, el Sindicato de Toreros del país latinoamericano lo rechazó por negarse a quitarle la vida al animal e, incluso, llegó a prohibirle a sus acompañantes que estuvieran con él en las corridas.

En Perú, se consideraba que el español iba en contra de las tradiciones más ancestrales del pueblo peruano y el español no era capaz de cumplir con lo más esencial del toreo, a pesar de que Pavón se manifestaba asegurando que no quería violencia, que solo toreaba por arte y no para acabar con la vida del animal.