Gran Hermano VIP 7” está llegando a su final y el maletín está cada vez más cerca. Eso sí, esta noche una de las finalistas se ha caído en la lucha por el ansiado maletín: Noemí Salazar, la mueble oficial de esta edición, se ha convertido en la cuarta finalista del programa.

La considerada como la reina del “brilli-brilli” se ha quedado a las puertas de la gran final; pero, no se ha tomado mal el hecho de ser expulsada de la casa a estas alturas del programa. Se ha mostrado muy contenta por haber llegado tan lejos en el programa.

De esta manera, el maletín estará entre Alba Carrillo, Mila Ximénez y Adara Molinero

El sueño de la joven era llegar a la final de “GH VIP 7”; pero, se ha quedado por los pelos. La joven abandonaba la casa muy satisfecha por todo lo que ha hecho a lo largo de estos meses. Además, quiso dar las gracias a los responsables del programa que le han permitido cumplir un sueño y le han tratado de maravilla, la han entendido, a lo largo de estos tres meses de convivencia.

Se ha mostrado muy feliz por haber llegado tan lejos y ahora se iría para su casa para estar con su hija y con su marido, Antón. Super contenta por todo el trabajo realizado durante el concurso, ya que, ha madurado mucho dentro de la casa.

Ha sido la primera vez que ha estado con gente que no es de su familia, por ejemplo.

Noemí pasó de ser "el mueble oficial" de la casa a ser cuarta finalista gracias a su personalidad y el apoyo de sus compañeras

Al llegar al plató, Jordi González le quiso dar la enhorabuena. A pesar de que la joven no ha logrado estar en la final, si ha sido una gran concursante y a la pregunta de si se veía la menos votada de las cuatro, la joven asumía que tenía tres grandes rivales (Alba, Mila y Adara).

Igualmente, Jordi le quiso preguntar por una de las cosas que más ha sorprendido a la audiencia: su gran fe en Dios. La joven ha contestado sin tapujos: conocí a Dios a los 13 o 14 años en el culto. Y, la relación con Dios es como el wi-fi. Para poder tener conexión, hay que estar cerca. Así lográs escuchar a Dios, estando cerca de él.

Y, por supuesto, si existe Dios, existe el Demonio. Y, no era extraño verla dentro de la casa rezando o espantando a Sátanas.

También hubo tiempo para hablar de la elección del público: Noemí fue el primer mueble oficial de una casa de Gran Hermano, elegido por votación por la audiencia. Además, la joven pasó un momento muy duro; pues, se pasó diez días luciendo un disfraz de caja y lamentando que la audiencia le hubiera votado como mueble oficial, quizás, ella no debería haber entrado en la casa”. Pero, ahora, tres meses después de entrar en la casa, se ha dado cuenta que “Gran Hermano” ha sido muy positiva para ella, por ejemplo, que es mucho más fuerte de lo que pensaba.