“El propósito de Arya en este mundo, todo para lo que ha entrenado, ha culminado en este episodio. Es simplemente increíble, hermoso y poético. Estoy agradecida de haber sido yo y no Kit”. De esta forma bromeó Maisei Williams, la actriz que da vida a Arya Stark en Juego de Tronos, en una entrevista para HBO sobre el momento culmen de su personaje en la serie, aquel en el que destruyó al Rey de la Noche con su daga de acero valyrio.

Iba a ser Jon

Días antes del tercer episodio de la octava temporada, la mayoría de los seguidores de Juego de Tronos esperaban que fuera Kit Harington, el actor que interpreta a Jon Nieve, quien acabara con la amenaza de los caminantes blancos.

Una profecía que parecía haber sido anunciada con vehemencia por la misma serie, ya que, entre otras cosas, Jon parecía ser el príncipe prometido, Azor Ahai, cuya función principal es eliminar a los no muertos.

Precisamente, el propio Kit Harington aseguró que habría apostado “miles de dólares antes de leer el guión” a que iba a ser él. Una opinión que no compartió David Benioff, escritor del guión del episodio junto con Daniel Weiss, el cual afirmó que planearon dicho final para Arya desde “hace tres años”. “Jon Snow siempre ha sido el héroe, el salvador, pero no lo vimos correcto para este momento”, determinó Benioff.

Por su parte, Weiss recordó la escena en la que Samwell Tarly descubrió en uno de los libros de la Ciudadela la daga de Arya, un arma a la que asignaron un final muy concreto: matar al Rey de la Noche.

“Es muy posible que la misma cosa que creo al Rey de la Noche es la que necesariamente debería matarlo, algo que podría ocurrir con el acero valyrio”, explicó el productor.

La grabación de la escena

Miguel Sapochnik, el director del tercer episodio de la octava temporada, al igual que de otros tan icónicos como el de la batalla de los bastardos o la batalla de casa austera, afirmó que en la grabación le permitieron “romper todas las reglas de Juego de Tronos” al hacerlo a través de una secuencia “super lenta” con la que buscó generar una “pesadilla irreal” donde, finalmente “Bran y el Rey de la Noche se encuentran”.

“La música juega una parte fundamental en la creación de esa sensación de desesperación. Te das cuenta de que Jon claramente no va a intervenir, de que el resto de personajes están muy jodidos. Decidimos grabar un plano que generara que todo el mundo piense que no hay escapatoria, que todo el mundo va a morir ahora”, explicó Sapochnik.

Pero, entre la niebla, apareció Arya, una sensación de sorpresa que trato de plasmar Sapochnik: “Todos olvidamos a aquella chica inocente que durante todos estos años se ha convertido en una asesina entrenada. Justo cuando piensas que todo ha acabado, que Jon Snow va a ser el héroe otra vez, nos damos cuenta de que Arya aparece entre la niebla”.