Todos conocemos que cada idioma, aunque lo hablen millones de personas en medio mundo, como el inglés, francés o chino, tiene sus modismos en cada país. Al español le pasa lo mismo.
Pero algo relacionado con una plataforma de VOD de éxito y una película mexicana gran favorita al Óscar, ha desatado una insólita polémica, y en ella se incluye la queja de un director de Cine.
Desde el momento de su estreno, “Roma”, película mexicana dirigida por Alfonso Cuarón, que tanto trabaja en su país como en Hollywood, ya llevaba tras de sí la polémica, ya que está producida por Netflix, la plataforma de VOD, la cual, como la Disney, tiene sus propias normas, difíciles de cambiar, y si las cambia, es después de duras negociaciones.
Y no es la primera vez: durante el Festival de Cannes de 2017, que presidió Pedro Almodóvar, ya informamos de la polémica con varias películas de Netflix en concurso, que los distribuidores de cine franceses se negaban luego a proyectar en sus salas, al reservar la plataforma su proyección exclusivamente en su catálogo online.
'Roma', ganadora en Venecia, Globos de Oro y favorita al Óscar
Netflix accedió a que “Roma” se estrene en cines antes de formar parte del catálogo de Netflix, al haber pasado por varios festivales y haber ganado el León de Oro del Festival de Venecia, uno de los más prestigiosos. En este tiempo, además de recibir elogios unánimes de la crítica internacional, “Roma” ha ganado el Globo de Oro a la Mejor Película Extranjera y está preseleccionada a los Óscar de la misma categoría, como gran favorita.
Todo bien, pero al pasar al catálogo Netflix, su director ha descubierto algo que le ha puesto furioso, o “enojado”, como se dice en toda Latinoamérica. Netflix incluyó en el menú subtítulos en español, que muchos suponían que es porque una de las protagonistas, originaria de una zona indígena de México, habla su lengua natal, el mixteco, además del español.
Pues resulta que no: había dos variantes de subtítulos en español, el que se habla en México y el de España, con las consiguientes diferencias expresivas entre una y otra, como “enojado” y “enfadado”.
“Es parroquial, ignorante y ofensivo para los propios españoles”, se quejó Cuarón por e-mail. “Algo de lo que más disfruto es del color y la textura de otros acentos.
Es como si Almodóvar necesitara ser subtitulado”. También Jordi Soler, mexicano residente en Barcelona, era tajante: “Paternalista, ofensivo y profundamente provinciano”.
Soler fue más allá que Cuarón, denunciando que los subtítulos españoles peninsulares llegan al desconocimiento de la cultura y gastronomía mexicanas, convirtiendo los “Gansitos” (pastel de chocolate mexicano) por “ganchitos”, el famoso aperitivo en forma de gancho y olor a queso.
En México se subtitulan algunas películas españolas en castellano, pero porque no se entiende bien
Ambos coinciden en que parece todo esto un claro paternalismo desde España hacia México, que sigue viendo a su antigua colonia como si fuera inferior a ella.
“No es para entender los diálogos; es para colonizarlos”, dice Soler. Y recuerda que en su país se subtitulan algunas películas españolas al español mexicano, nos referimos a las habladas en castellano (no las que están en catalán, gallego o euskara).
¿El motivo? Porque, a oídos de un mexicano, “no se entienden nada algunos acentos”. No aclara más este motivo, pero suponemos que se refiere a cuando salen andaluces o castellanos de acento cerrado que dicen palabras o frases como “Se m’ha escapau” (Se me ha escapado) o “guaterguate” (esta última, una peculiar transcripción de Watergate, el famoso caso de corrupción política que fulminó a Richard Nixon en EE. UU.). O cuando entienden que algunos diálogos apenas se entienden, debido a la mala vocalización del actor o que hable en una zona con mucho ruido.
Pues al final, Netflix ha decidido retirar esos subtítulos que tantas críticas le han provocado.