La tarde del martes saltaba la noticia: la plataforma Netflix, multinacional del Cine y las Series emitidas por streaming y por suscripción, adquiría los derechos de emisión de una serie catalana que, como ‘Pulseras rojas’, se está ganando el reconocimiento internacional, de la cual hemos hablado mucho en este diario: ‘Merlí’. La emitirá para sus abonados en Estados Unidos y Latinoamérica.

Teniendo en cuenta que es una plataforma que ha ido entrando en muchos países, con un potencial de cerca de unos 90 millones de personas abonadas, es un gran éxito para los creadores de la serie, para sus fans y los propios actores.

Tiene un pequeño problema: Netflix sólo emitirá la serie para todos esos países de América en su versión doblada al español, ya que en EE.UU. se emitirá para la comunidad hispana, la misma que escuchamos en su día cuando fue emitida por La Sexta, que pese a que casi todos sus actores se doblaron ellos mismos, recibió fuertes críticas por que no quedaba muy natural el doblaje, al contrario de la espontaneidad de los diálogos en su versión original en catalán. Es decir, que quien quiera la VO, Netflix no la emitirá, aunque existen medios como YouTube, donde sí están disponibles todos los capítulos en catalán, incluidos los de la segunda temporada, que en TV3 ya está en su recta final.

Mientras, la serie ya está confirmado que se verá en Francia por Canal + Francia, en su canal temático Canal + Famille.

Televisió de Catalunya está en negociaciones para las versiones para Italia, Alemania y EE.UU., aunque en estos países hay rumores de que sean, en vez de la serie original, remakes con actores locales, como se hizo con ‘Pulseras rojas’.

Mientras, ‘Merlí’ sigue su andadura triunfal en TV3 la noche de los lunes, barriendo a sus competidores en las cadenas de emisión estatal (‘Mar de plástico’, ‘Olmos y Robles’…).

Su último capítulo batió el récord, un 22 % de audiencia, sin contar el público que la sigue por Internet capítulo a capítulo.

Después de cerrar el anterior capítulo con una emotiva despedida al profesor Millán al descubrir todos su Alzheimer, sabiamente desprovista de falso sentimentalismo, esta semana el filósofo elegido era Friedrich Engels, que junto con Karl Marx, tratado en otro capítulo, fue el creador del Comunismo.

Pero a los guionistas les interesaba más criticar, como hacía este filósofo, el modelo de familia tradicional ya caduco y e inútil para nuestra época, ahondando en el drama de la reconciliación imposible entre Joan y Mònica por los celos de él y la sobre protección agobiante de sus padres, a los que mete una monumental bronca. Además, Iván descubre horrorizado el lío amoroso entre su madre y Pol, lo que le lleva a reaccionar violentamente. La madre y Pol tienen que cortar y dejarse de ver para siempre.

Aparte, Coralina oye decir a Bruno, el hijo de Merlí, que quiere dejar el instituto para irse a Roma con su madre y con su nuevo novio, Nicola. Le convence de que lo haga, algo que desagrada a Merlí. Bruno le criticará a su padre su actitud: “Si es una mujer quien se comporta como tú, es una mala p…, pero si es un hombre como tú, es alguien ‘enrollao’”.