Tana Rivera, la hija del torero Fran Rivera y la aristócrata Eugenia Martínez de Irujo, ha vivido la que probablemente sea una de las peores experiencias de su vida. La nieta de Carmina Ordoñez se encontraba colaborando para "Yes We Help", una organización no gubernamental que proveía ayuda solidaria en el país africano de Ghana. La conclusión de su viaje no podría haber sido más mala.
Decepción en la llegada
Tana Rivera, quien no ha sido capaz de aprobar Selectividad en el que es ya su segundo año, decidió liarse la manta a la cabeza y, con permiso de sus padres, viajar hasta África. Su vena solidaria le indicaba que tenía que hacer algo con su vida y desembolsó 1500€ a la ONG Yes We Help. Nada más llegar al país de destino, Ghana, Tana se encontró en que su trabajo consistía en ir a un colegio privado a recibir cursos y clases en un entorno donde había más voluntarios como ella que niños.
Estafa a nivel global
Tana Rivera se vio sorprendida tras conocer en el propio país que la ONG Yes We Help no tenía ningún tipo de acuerdo de colaboración y que además no era la única en esa situación.
En el campamento de refugiados se encontraban también menores de edad, con lo que la gravedad de la situación se elevaba. El suceso que ya ha salido en todos los medios y ha despertado las respuestas más airadas de la sociedad. Su padre, Fran Rivera, ha expresado que no se deberían jugar con estas cosas, que además llevan un componente de solidaridad. Sin embargo, lo peor estaba por llegar.
Intento de secuestro con armas
El martes 25 de Julio, Tana Rivera se encontraba en el campamento de refugiados, donde varios hombres armados les llamaron la atención por su comportamiento, esgrimiendo además que donde ellos estaban no operaba la embajada española. Esto condujo al pánico generalizado tras verse retenidos en un sitio por tres personas portadoras de armas.
Sin embargo, los propios voluntarios lograron contactar con sus padres y estos, a su vez, con la embajada española; lo que llevo a evacuar a más de 100 voluntarios que allí operaban y que habían sido estafados por Yes We Help. Las autoridades de Ghana acompañaron a los chicos y chicas al aeropuerto para volver a España sanos y salvos.
Tana y su mala suerte
Tana Rivera no ha empezado con buen pie su vida adulta. Tras estudiar en los mejores colegios, la selectividad fue su gran piedra en el camino pues no logró superarla en 2017. Sin embargo, y para no tener un año sábatico, empezó a trabajar desde abajo en diversos negocios de música de amistades de sus padres. La suerte tampoco le ha sonreído en 2018 pues a su fracaso en la prueba de acceso a la universidad se une este suceso.