El Club del Espectador es una sección de Sálvame dirigida por Kiko Matamoros, donde la audiencia puede emitir juicios positivos y negativos sobre los colaboradores. Como siempre la audiencia no deja pasar ninguna acción referente a ellos, por lo que en esta oportunidad hablaron sobre la actitud de Chelo García Cortez cuando se encontraban por la calle y le pedían una foto.
Situación que no es nueva para personajes del medio televisivo, como lo es la colaboradora. Pero al parecer sus maneras ante el público no eran las esperadas por estos.
Mensajes de la audiencia
Muchos de los espectadores llamaron a Sálvame para quejarse de Chelo García Cortez, puesto que algunos de ellos alegaron que no era educada a la hora de dirigirse a sus admiradores. Sin contar que cuando le pedían una foto la colaboradora se negaba o los ignoraba. Los fanáticos de la periodista se sentían agraviados con la actitud que tomaba Chelo al momento que se le cercaban.
Inclusive uno de los espectadores la catalogó de prepotente y que tomaba una actitud despectiva cuando le querían sacar una fotografía. Admitió que vivía en Castelldefels y nunca se atrevía a pedirle una foto. Además de habérsela encontrado en muchas oportunidades en un restaurante que la colaboradora solía frecuentar.
Otros comentaron que habían saludado a la periodista y esta les había dejado con el saludo en la boca.
Pero como todo no es malo, hubo algunos personajes de la audiencia que la defendieron. Como el caso del camarero del Canoe, quien dijo que era una mujer de lo más amable y educada. Por lo que algunos le disculparon su actitud acotando que no estaba obligada a tomarse fotos con todo mundo, ya que se colocaban en el lugar de los colaboradores.
Opiniones de los compañeros
Tanto para Kiko Matamoros como para Paz Padilla era imperdonable hacer desplantes al público, ya que estos eran la prioridad en su profesión. Ante esta opinión Chelo Cortez dijo que con su tiempo libre ella hacía lo que le daba la gana. Pero eso fue refutado por su compañero de plató, puesto que comentó que si no le importaba pasar como una maleducada ante toda esa gente.
Para nada eso representaba un problema para la colaboradora, la misma insistía que cuando consideraba que no era el momento simplemente no lo hacía. Imaginamos que se refería a su estado de ánimo, se tomaba las fotos cuando estaba de buenas para hacerlo. Recordemos que Chelo no es un robot, es una persona de carne y hueso, quien tendrá sus momentos buenos y malos como cualquiera.