Una de las opciones que tienen el público para opinar sobre la actuación de los colaboradores de Sálvame es el club del espectador, donde pueden quejarse de la actitud de estos, o en su defecto alabar sus hábitos televisivos. Por lo que en esta oportunidad Kiko Matamoros y Carlota Corredera abrieron la sección escuchando lo que estas personas tenían que decir. Hubo comentarios para todos ellos, pero el galardón, cual premios Óscar, se lo llevaron Belén Esteban y Terelu Campos. Quienes fueron criticadas por sus constantes comilonas en el programa.
La audiencia ha hablado
El público dio su veredicto ante las actitudes de algunos de los colaboradores de Sálvame. No desaprovecharon la oportunidad de dar con todo a Belén Esteban y a Terelu Campos. Preguntaron si no tenían comida en su casa, ya que se pasaban el rato comiendo frutos secos y ese tipo de dátiles durante la emisión del programa. Situación que parecía de mal gusto para los fieles seguidores de Sálvame, ya que no se sabía si venían a trabajar o a comer.
Además, dijeron que Belén Esteban ya no era la princesa del pueblo, pues lo único que hacía era el tonto. Así mismo, comentaron que Lydia Lozano era muy mal hablada, le han llamado arrabalera porque lo único que hacía en plató era dar gritos.
Otra que no se salvó de las llamadas fue María Patiño, quien se llevó su porción de medicina. Pues todos alegaban que la colaboradora no dejaba hablar a nadie. Comentaron que cuando hacía una pregunta no permitía que los invitados respondiesen. Llegaron a decir que parecía que era más importante la pregunta que la respuesta en sí.
Otros felicitaron a Kiko Matamoros por su regreso, lo cual lo agradeció el presentador.
Respuesta de los colaboradores
La princesa del pueblo no tardó en dar su réplica. Comentó que tenía una enfermedad llamada diabetes, por lo que tenía que comer entre 5 y 6 veces al día. Así que debía merendar, y por supuesto tenía comida en su nevera, mas si esto le molestaba a los espectadores no lo volvería hacer delante de las cámaras, lo haría detrás de bastidores, pero su comentario hizo a Kiko Hernández bromear, así que dijo que era una cuestión de apetito.
Incluso aclaró que prefería hacer el tonto antes que vivir llorando en el plató. Le da gracias a Dios que los grandes problemas habían disminuido en su vida, será por eso la actitud que venía tomando en el programa. Kiko Matamoros explicó que no se había dicho a manera de insulto, sino por las bromas que la princesa del pueblo solía hacer.