La veterana comunicadora María Teresa Campos está atravesando uno de los peores momentos de su vida. Aunque en el plano de la salud y el amor parece estar colmada, lo cierto es que el retiro forzoso al que se está viendo empujada la tendría completamente hundida.

Eso es al menos lo que aseguran nuestros compañeros de Cotilleo quienes, tras hablar con gente del entorno de la malagueña, han podido comprobar que la periodista estaría "hundida y desolada" tras ser víctima de un bochornoso y triste suceso que tenía lugar ante los medios de comunicación.

El peor momento de María Teresa

Hablamos de la firma de discos de su primer proyecto musical como intérprete junto al que a día de hoy sigue siendo su novio, Bigote Arrocet, a la que asistieron, literalmente, dos personas a lo largo de toda una tarde en la que el rostro de la matriarca de Las Campos habría sido todo un poema al ser testigo del desinterés que está provocando su última actividad profesional.

Bochorno por el que esta tuvo que pasar en público, delante de muchas cámaras y que se une al que le ha llevado a quedarse en una situación de jubilación forzada tras no ser capaz de recuperar la confianza de sus jefes en Mediaset España para que le pongan al frente de un espacio con el que esta, después de varias décadas al pie del cañón, se pueda despedir de su público.

Algo que por ahora no parece estar en la agenda de los gerifaltes de la cadena de Fuencarral y que podría ser la confirmación de lo que muchos han barruntado será la despedida final como periodista en activo de una María Teresa Campos que se ha hartado de proclamar a los cuatro vientos su deseo de reaparecer tras la isquemia cerebral sufrida hace ahora un año.

La despedida forzosa de la Campos

Sea como fuere, lo cierto es que, aunque nadie lo desee, todo hace apuntar estamos siendo testigos de los últimos coletazos ante los medios de comunicación de una de las grandes presentadoras de la historia de la televisión en España.

Aunque ya haya quien recuerde que a su edad debería llevar varios años jubilada, lo cierto es que María Teresa Campos no ha querido retirarse nunca.

Ahora, a los 76, parece que su público, sus jefes o la falta de confianza de todos ellos, la está empujando a hacerlo forzosamente. Algo que la "morita", como le llama Edmundo Arrocet, no estaría llevando nada, pero que nada bien.

Sea como fuere desde aquí le mandamos todo el ánimo posible. ¡Y gracias por tanto Mari Tere!