En esta sexta edición no cesan las historias amorosas, los piques entre unos concursantes y otros… ¡Ah! Y el interés por la cocina, claro. La gala de Masterchef de esta noche 13 de Mayo deparaba muchas novedades y eventos inolvidables. La primera prueba fue muy vacuna. Los concursantes tuvieron que elaborar platos con diferentes partes de la ternera (eligieron cajas al azar y cada caja tenía algo distinto). La segunda prueba tuvo mucho ritmo y en la prueba de eliminación tuvieron que hacer un plato libre en grupos de tres.

Pablo Alborán, encantado con el equipo de Masterchef

El cantante malagueño protagonizó la prueba de exteriores de los concursantes de esta edición de Masterchef. Ha estado toda la semana publicando imágenes en las redes sociales anunciando el programa de este domingo y dando las gracias a todos.

Realmente, al ver el programa, comprendemos por qué Pablo Alborán estaba tan orgulloso, los equipos consiguieron llevar a cabo la prueba de una forma ejemplar.

Grupos de la prueba por equipos

El equipo azul ha estado capitaneado por Víctor y el equipo rojo, por Ketty. Todos han tenido que elaborar 4 platos para 50 personas que acompañan a Pablo Alborán en su gira. Los concursantes debían conseguir hacer los platos a la perfección siguiendo las recetas originales del chef malagueño Dani García.

La prueba de eliminación

El jurado decidió que tenía que abandonar las cocinas Ramón.

El romance de Masterchef, ¿un invento para enganchar a la audiencia?

La cuenta oficial del programa preguntó esta semana a la audiencia qué le parecía el posible romance entre dos de los concursantes, Víctor y Sofía. Por las respuestas que hubo a esta publicación, la gente no está muy de acuerdo con que se saque provecho de un programa de cocina para introducir temas que no vienen al caso.

Realmente, se quiere crear una trama paralela a la del desarrollo de los concursantes como cocineros que no tiene nada que ver, quizá se haga con la intención de tener al público “enganchado”, pero lo único que consigue, como han mostrado las redes, es poner a los fans de Masterchef en contra del objetivo que quieren conseguir: desviar el foco de la cocina.

No sabemos si el romance que el programa supone es cierto o no. Esperemos que, pase lo que pase y graben lo que graben las cámaras, el programa siga adelante y haga justicia a lo que han sido las ediciones anteriores de Masterchef: un salto del amateur de la cocina casera a un chef de alta cocina.