Rubias y hermosas como muñecas de porcelana, así son las hijas del Rey Felipe VI. Pero, aunque son hermanas y se parecen físicamente, la verdad es que las infantas Leonor y Sofía son tan distintas entre sí como el agua y el vinagre.

Estas diferencias se deben, en parte, al puesto que cada una ocupa dentro de la familia real y en la jerarquía monárquica. De hecho, es Leonor, actual princesa de Asturias, quién tiene mayor carga de responsabilidad, porque es la primogénita y la heredera al trono de España.

Ya sabemos que, en un principio, ambas niñas seguirán sus propios caminos cuando crezcan.

Tomando en cuenta esto, hoy recogemos las diferencias entre las hijas de la Reina Letizia, que son indicio que, algún día, cada una se irá por un sendero.

Nacimientos y primera infancia

La princesa Leonor nació el 31 de octubre de 2005 y Sofía dos años después, el 29 de abril del 2007. Leonor es zurda, mientras que su hermana pequeña es diestra.

El nacimiento de cada una de las infantas de España fue particular. Primero, con Leonor, hubo un gran revuelo cuando se anunció al pueblo español que los reyes tendrían una heredera. Era la primera hija y el regocijo fue general.

Cuando, en el 2007, la Casa Real volvió a anunciar el embarazo de Letizia, todos esperaban impacientes a que el nuevo bebé fuese varón.

Se respiró cierta decepción cuando, meses después, se supo que era otra niña. Así, la gente perdió interés por la venida al mundo de Sofía.

De bebés, ya se notaba que Leonor y Sofía serían bastante opuestas. Mientras la primera era una pequeña calmada y dormilona, Sofía, en palabras de la Reina, le dio bastante “guerra”.

Personalidad y gustos

Leonor es notablemente más seria que su hermana menor. Eso se debe a que tiene que seguir un estricto protocolo, porque algún día pasará de ser princesa de Asturias a Reina de España.

Sofía, en cambio, es ingeniosa, divertida y, en ocasiones, hasta algo torpe. Frente a las cámaras puede ser un poco tímida, al contrario que su hermana mayor, que ya parece estar acostumbrándose a saludar al público con la frecuencia que exigen las obligaciones reales.

Mientras Leonor es atenta y no suele aburrirse durante los actos oficiales, Sofía, que sabe que es la segundogénita, se distrae con mucha facilidad, inclusive cuando su padre está pronunciando discursos.

La infanta Leonor es fanática de la música, y toca con especial habilidad el violonchelo. Sofía es más asidua a la tecnología, y realmente es muy lista a la hora de manejarla. A veces, Sofía recuerda que tiene cierta libertad que su hermana no posee, por lo que es una niña alegre y muy espontanea.

Leonor, que entiende que será la Reina después de su padre, ha aprendido a controlarse poco a poco. Aunque todavía le falta mucha senda por recorrer.