La reina Letizia vuelve al ojo del huracán tras las últimas informaciones. Si hace apenas un mes, Doña Letizia junto a su marido, el Rey Felipe VI, recibieron graves críticas por pasar de largo en el stand de Cataluña en la feria de turismo, FITUR, y más tarde, duras acusaciones por parte de los principales representantes políticos de nuestro país como Pablo Iglesias o Pablo Echenique tras las imágenes facilitadas por la Casa Real donde se podía apreciar a los monarcas junto a sus hijas almorzando en un día habitual, algo que no gustó para nada teniendo en cuenta la ostentación del lugar, ahora, las críticas vienen por parte de los padres de los compañeros del colegio de la princesa Leonor y la infanta Sofía.

Las quejas de los padres cuyos hijos asisten al mismo centro educativo que la princesa Leonor

Ha sido el periodista y escritor, habitual columnista en el diario El Mundo, Jaime Peñafiel, el encargado de revelar lo sucedido en el colegio de las hijas de los monarcas. Según el periodista, éste ha recibido sendas críticas de padres cuyos hijos acuden al mismo colegio que las hijas de Felipe VI y Letizia en relación con la alimentación y seguridad del colegio.

El principal motivo de las quejas, los cambios realizados por la reina Letizia

Sin ir más lejos, las quejas en el colegio Santa María de los Rosales proceden concretamente de las excesivas medidas de seguridad y alimentación que el colegio ha puesto en marcha para los alumnos cuando entraron las hijas de los monarcas.

Aunque la reina Letizia tiene predilección por cuidar la dieta de sus hijas basándose en una alimentación saludable, lo cierto es que fue la periodista Terelu Campos, quien también tuvo a su hija en el mismo centro educativo, la encargada de dar a conocer que la reina Letizia ha diseñado un nuevo menú en el colegio que afecta de lleno a todos los alumnos y por el que incluso, varios padres han mostrado su malestar.

La seguridad y la alimentación del centro educativo, los principales problemas

Las declaraciones de Terelu Campos dejaron patente el gran poder que ejercen los monarcas en el centro educativo, admitiendo incluso que el vallado del centro se subió dos metros e incluso en la puerta de la clase como en el patio del recreo, las niñas tenían guardaespaldas. Éste no fue el único cambio que se llevó a cabo en el colegio, pues también la alimentación dio un giro radical al suprimir todo tipo de fritos y rebozados considerados "menos saludables”.