Andrea Janeiro, más conocida como Andreíta popularmente, no quiere tener ninguna relación con los medios de comunicación. Eso es no nuevo y parece que nada ha cambiado desde que enviara una misiva a los principales medios españoles para pedirles, por favor, que no se inmiscuyeran en su vida privada. Algo que, meridianamente, se ha venido cumpliendo.
Tampoco es nuevo que esta tirante relación de esta con las cámaras y los con los periodistas encargados de llevar a la audiencia la crónica social ibérica ha ido a más. Hasta el punto de movilizar a sus abogados y de haber tenido más de un lío con su madre al respecto.
Andreíta se planta ante su madre
Algo que algunos medios ya venían contando desde que hace más de un año, cuando la joven todavía era menor de edad, aludiendo a la conversación que madre e hija habrían tenido encarando su presentación en sociedad que todos conocemos como acabó tras aquella fiesta de los 18 años en la discoteca Kapital y los siguientes días.
Si para entonces ya Andrea le había asegurado a su madre que no quería saber nada del circo mediático y que veía con buenos ojos irse a estudiar la carrera universitaria fuera para así lograr una distancia que creía merecía, a partir de aquella fiesta todo se habría acentuado.
Hasta el punto, se ha venido contando de distintas fuentes cercanas a la de San Blas, que la joven habría puesto una serie de líneas rojas a su progenitora para que esta no la mentara ninguna vez más ni en su trabajo ni en ninguna otra aparición ante los periodistas.
Una situación que ya fue noticia en su momento y que ahora parece haberse confirmado tras la última aparición mediática de Belén Esteban en el nuevo programa de Carlos Sobera en el que, después de que el presentador vasco tratara de tirarle de la lengua para saber más sobre su pequeña, no tuvo más remedio que confirmar que Andrea le había echado el freno.
El de pedal y el de mano. Los dos a la vez.
Belén, sobre Andreíta a Sobera
Y es que, tal y como han recogido nuestros compañeros de la revista Semana en su última publicación, "no puede hablar de su hija porque ésta le riñe si lo hace". A partir de ahí, y teniendo en cuenta que están lejos, que quiere lo mejor para ella y que no quiere tirarse ninguna piedra a la estupenda relación que mantiene con ella, ya sabe lo que tiene que hacer.
Una advertencia que, sin embargo, no impedía que esta, para hacer un favor a su amigo Sobera, rompiera su pacto y contase "como todos los padres que tienen a sus hijos lejos, se sufre”. Veremos qué opina Andreíta.