Cuando Isa Pantoja, más conocida como Chabelita, aceptó la propuesta del programa para ir a Honduras a ver a su chico, se veía venir que algo iba a montar la productora y Telecinco para generar el tan manido 'salseo' con el que parece querer regarlo todo la cadena estrella de Mediaset España.

Dicho y hecho. Casi sin tiempo de deshacer la maleta, la hija de la cantaora Isabel Pantoja se ponía sus mejores galas veraniegas, más propias de una fiesta de Ibiza que de una isla desierta en mitad del mar Caribe, y tomaba rumbo a Cayo Perdido para reencontrarse con su chico.

Iba a ser una sorpresa, pero teniendo en cuenta la preparación del ex concursante de Mujeres y Hombres y Viceversa, pocos dudan de que estaba más que al corriente de que lo le estaba esperando en la orilla del mar.

La boda más preparada de la televisión

Nada más y nada menos que una boda por todo lo alto que ambos firmaron siguiendo el rito garífuna, propio de las tribus de esta zona del planeta, y que fue televisada comiéndose gran parte del programa que pretendía mostrar la última hora de los concursantes en todo un show que, como era de esperar, no ha tardado en saltar a las páginas del papel cuché.

Después de casarse ante toda España y ante el resto de concursantes, como era de esperar, el programa les preparó toda una noche de bodas de la que poco o nada se ha contado al menos hasta la fecha y de la que, presumiblemente, se hablará largo y tendido en la cuarta gala que tendrá lugar este jueves.

Una noche de bodas que se tiene constancia existió y que acabó con ambos pasando una noche tórrida de amor en un espacio preparado para que ambos consumasen el matrimonio como así está estipulado tradicionalmente en casi todos los ritos, incluido el cristiano y el garífuna que a ambos les ha unido.

El tiki tiki de Isa Pantoja y Alerto Isla

La pregunta que muchos de los espectadores de Supervivientes 2018 se hacen ahora es de si Telecinco habrá hecho como es tradición en Gran Hermano y, en la cabaña en la que ambos se dieron amor carnal, se colocaron o no micros para tener constancia del audio y así ser testigos auriculares de lo que la novia bautizó en su edición como el "tiki tiki".

Sea como fuere, lo cierto es que después de varias semanas sin darse amor, nadie duda de que la tensión no resuelta quedó finalmente saciada en una noche que ambos recordarán toda la vida por ser la noche de su primera boda y la de un reencuentro que ambos venían pidiendo a gritos. ¡Viva el amor!