El dinero no da la felicidad, por muchos quebraderos de cabeza que pueda quitar que, sin duda alguna, los quita. Y un ejemplo de ello es Jorge Javier Vázquez, quien tras su abrupta separación tras más de una década de relación con el que creía el hombre de su vida parece estar atravesando uno de los pasajes más complicados de su vida.
Algo que él mismo se está encargando de hacer público a sus más allegados y, haciendo gala de esa carencia de pudor que siempre le ha caracterizado, también al resto del mundo, a través de sus cada vez más personales columnas en la revista Lecturas, donde parece que el conductor más prolífico de Telecinco tiene ganas de desnudarse cada vez que se pone frente al ordenador.
El mal de amores del presentador estrella de Telecinco
Situación que, tal y como aseguran nuestros compañeros de EsDiario, estaría preocupando y mucho a Telecinco. Y no porque sea allí y no en Sálvame donde este esté decidiendo revelar sus intimidades más íntimas -valga la redundancia-, ni mucho menos, sino porque preocupa y mucho cómo está canalizando la ruptura y el inicio de una nueva vida en la que el de Badalona no acaba de encontrar su sitio.
De hecho, leyendo, por ejemplo, su última colaboración con la citada publicación, queda claro que en estos momentos, el presentador de Sálvame, Sábado Deluxe, Supervivientes o Gran Hermano vive más de anhelos de futuro que se dedica esperar sin salir de su casa más allá de para trabajar que de la realidad que le rodea en el día a día.
Así lo revela él mismo hablando de lo bien que le hace encontrarse pasarse el tiempo libre en la cama o en la televisión, o con el teléfono móvil en la mano flirteando y recibiendo mensajes de unos u otros. Ni rastro de actividades con amigos ni de hobbies o planes que le hagan salir de casa y tomar el aire necesario cuando los males de amores llaman a tu puerta.
El gran deseo de Jorge Javier
Si algo está claro también, más allá de que no está en su mejor momento personal, es que Jorge Javier tiene ganas de encontrar a alguien que sepa quién es él de verdad, qué quiere y qué no quiere. De hecho, en cierto modo, se lo avanza ya en la citada columna indicándole lo que espera de ese hombre que está por llegar.
Por supuesto, muchos momentos de alto voltaje que no queremos reproducir pero que él sí detalla en su escrito, y también que le esperen al salir de trabajar, le inviten a cenar y planeen juntos viajes. Según sus propias palabras, "lo mejor está por venir, él"