En abril de 1983, TVE-1 estrenó los sábados por la mañana el programa “La caja de los ritmos”, presentado por Carlos Tena, con actuaciones de cantantes y conjuntos poco habituales en los programas musicales de la época. Para el segundo programa, Tena eligió a cuatro conjuntos vascos, entre ellos Las Vulpes. Ellas eligieron su canción “Me gusta ser una zorra”, adaptación de una canción anglosajona, con una letra descarnada y directa, con la que hoy cualquier mujer independiente se identificaría.

Pero las costumbres españolas de 1983 no estaban todavía muy evolucionadas, aun faltaban 3 años para entrar en la UE, y tanto la oposición conservadora como los diarios de derechas, ABC a la cabeza, se horrorizaron por que una canción con esa letra se emitiera en horario infantil, donde poco después arrasó el legendario programa “La bola de cristal”, también con personajes transgresores como la Bruja Avería, una malvada que siempre ganaba.

Dos programas de música alternativa cancelados

“La caja de los ritmos” fue cancelado sine die, sin saberse cuando se podrían emitir los otros programas ya grabados, uno de ellos con Almodóvar y McNamara, donde el cineasta manchego mostraba sus dotes como cantante alternativo.

Carlos Tena, director del programa, y entonces conocido por sus opiniones polémicas (en “Su turno” de Jesús Hermida, se expresó groseramente sobre Lola Flores aludiendo a sus pechos), tuvo que dimitir del mismo al verse “indefenso”, ya que RTVE, entonces dirigida por el también polémico José María Calviño, se desentendió del programa, y la Fiscalía General del Estado dictó una querella contra Tena, “La caja de los ritmos” y Las Vulpes por escándalo público, de lo cual serían absueltos.

Más adelante, Paloma Chamorro, presentadora de otro programa musical alternativo, “La edad de oro”, también sufrió querellas y persecución judicial por mostrar un crucifico con cabeza de cerdo. Igualmente fue cancelado el programa y TVE se olvidó de más aventuras en mostrar este tipo de Música, volcándose más en programas tipo “Tocata”, con grupos más comerciales, aunque algunos de ellos tenía aspecto como los de la “Movida”.

Las Vulpes, pretexto para una guerra ABC-El País

Lo que más dio que hablar entonces, más que el programa en sí y Las Vulpes gritando su irreverente letra, es la guerra encubierta entre los diarios más poderosos de la época, El País y ABC, entonces dirigidos por Juan Luis Cebrián y Luis María Ansón, respectivamente.

El primero defendió el programa y la canción en nombre de la libertad de expresión. El segundo criticó la actitud del primero, calificándolo de “Diario manipulador”, algo que se convirtió en una obsesión por parte de Ansón durante muchos años. El diario conservador fue, por cierto, quien levantó la veda contra el conjunto musical vasco, al publicar la letra íntegra de su polémica canción.

Las Vulpes, gracias a este lío, se hicieron muy famosas y fueron contratadas en muchos sitios fuera de Euzkadi. Pero tuvieron altercados en varios de ellos, que ellas no provocaron, no aguantaron la presión y se separaron pocos meses después. En 2003 volvieron a reunirse para regrabar sus canciones de siempre y como homenaje a su batería, fallecida en 1993. También grabaron un disco en directo.

Una de sus componentes, Begoña Astigarraga, recuerda aquellos días y cómo sintió que fueron atacadas más por ser mujeres, ya que otros grupos de la época, como Siniestro Total, con letras machistas, nunca fueron atacados ni censurados como lo fueron ellas.

Las Vulpes iban contracorriente, ya que mientras que la mayoría de grupos de entonces eran masculinos, como Siniestro, o con chica cantante, como Mecano, ellas eran de los pocos grupos íntegramente femeninos.