Sorpresa por todo lo alto en el que ha sido el gran bombazo televisivo de los últimos tiempos. Hablamos, cómo no, de la visita de la siempre polémica Belén Esteban al plató de Sábado Deluxe.

Una visita de la conocida como princesa del pueblo para contar de una vez por todas todo lo que ha estado callando durante los últimos casi cuatro años en los que sus abogados le habían aconsejado, por el bien del proceso judicial, guardar silencio y no desvelar nada que pudiera comprometer la sentencia que finalmente le ha dado la razón.

Fin a los lloros diarios de Belén Esteban

Más de tres años y medio en los que la colaboradora de Sálvame confesaba haber llorado muchísimo más de lo que la gente se cree. Los motivos de esa especie de llorera crónica habrían sido unos cuantos. Vamos a tratar de enumerarlos uno a uno siguiendo la confesión de la rubia más famosa de España en su último Belenazo.

El primero de ellos tiene que ver con ese silencio que habría tenido que guardar y que la habría llevado a estar a punto explotar a lo largo de muchísimos meses en los que veía cómo tanto Toño como muchos de los colaboradores que la rodean contaban historias que ella no podía negar echando mano a todo lo que sabía, por miedo a cavarse su tumba en los juzgados.

El segundo tendría que ver con la incomprensión que esta había sentido en sus carnes durante todos estos meses en los que muchos creían que exageraba cuando decidía reclamar semejante cantidad al que fue su representante. También de todos aquellos que le acusaban de estar armando un show para seguir generando exclusivas y ganando dinero a costa de una exageración, cuando no una mentira.

El pánico de Belén Esteban a quedar como la gran mentirosa

El tercero, y no por ello menos importante, es el que tiene que ver con la angustia que le ha estado provocando la posibilidad de que finalmente sus tesis no fueran aceptadas durante el proceso y que se acabaran imponiendo aquellas que, según ella, habían construido de forma falaz los letrados de su contrincante.

En este sentido, nada la tenía más atemorizada que la posibilidad de quedar como una mentirosa ante toda España de manera que pudiera quedar marcada televisivamente, y también a nivel de la calle, después de todo el ruido que ha generado el famoso juicio contra el que fuera su agente durante más de una década.

Después de casi cuatro años de lloros constantes vuelve a sonreír. Veremos si Toño Sanchis no consigue recurrir y poner toda esta euforia en entredicho. Pronto lo sabremos.