La naturaleza humana va dirigida a la búsqueda del placer. Por lo general nos inclinamos a hacer lo que nos gusta, no hay ningún ser humano en la sobre la tierra que no tenga cosas en las que se ocupe que lo hagan disfrutar. Siempre inclinamos la balanza hacia aquello que nos distrae y divierte.
D esto no escapa nadie, aun cuando hemos crecido seguimos buscando esas pequeñas o grandes cosas que nos causan felicidad. Esto incluye ricos, pobres, todos en general. Los personajes de la farándula no son una excepción. Las personas que pertenecen al mundo televisivo son más propensas a buscar ese tipo de emociones.
Debido a que este medio es muy competitivo y absorbente. Por lo que hemos de suponer que para Carlos Lozano colaborador de Sálvame, el panorama no cambia del todo, pues es un ser de carne y hueso como cualquiera con sangre en las venas. El disfrute en un momento dado es importante para él.
Más disfrutar no es el problema, sino como es tomado por l entorno donde se desenvuelve el presentador y actual defensor del pueblo. Ya que su sentido de la diversión ha generado que hablar en Sálvame y ha permitido dar tela que cortar a sus compañeros de plato.
Carlos Lozano y Belén Esteban
Al parecer el presentador se toma muy enserio eso del disfrute, así que estuvo desaparecido durante 40 horas. Por lo que muchos de sus allegados se preocuparon sobre todo sus familiares más cercanos.
Estos no dudaron en colocar una denuncia de desaparición, debido a que desconocían su paradero.
Al enterarse los colaboradores de Sálvame decidieron abordar el tema, como siempre con muchas críticas nada alentadoras. Pero las mismas no tardaron en ser respondidas por Lozano. Terminando igual que siempre en conflictos y encontronazos.
Una de las que más atacó al colaborador fue la de cazamariposas Belén Esteban, quien no entendía como una persona podía desaparecer sin avisar a sus familiares. La respuesta a esto por parte de Lozano no se hizo esperar así que dijo que ella era la menos indicada para criticarle.
El defensor del pueblo acotó que la princesa del pueblo no podía hablar de moralidad, puesto que no se sabía quién había salido más de fiesta si él o ella.
La respuesta de Belén fue inmediata, la de cazamariposas dijo que si es verdad que ella se iba de farra pero su familia no había tenido que poner una denuncia para saber dónde estaba.
Diversión en grande
Lozano admite que ve con añoranza aquellos tiempos del pasado, que su época de diversión más preciada fue la de los 80. Recuerda que salía a divertirse pero que ahora no podía darse ese lujo por su edad y su familia, más si encuentra un momento en el que lo pueda hacer y se siente bien con los que comparte disfruta hasta el amanecer.
Al ver el sentir de sus familiares decide pedir perdón en público a su familia por el mal rato que los hizo pasar y promete que solo saldrá una vez al año.