Los fans de Juego de Tronos tienen una gran variedad de culturas entre las que sentirse identificados. El pueblo libre es el conjunto de comunidades, tribus, clanes y pueblos que se sitúan más allá del Muro. En Poniente son conocidos como los salvajes y se tiene un concepto de ellos como bárbaros.
Siempre han estado aislados y por esto no han seguido leyes bajo ningún reinado. Y aunque creen en Antiguos Dioses, tampoco se dejan intimidar por más que sus propias experiencias de lo que han visto o sufrido. Realmente son las personas más libres de toda la serie, y tienen algunas costumbres que se alejan tanto de las de Poniente, que incluso puede resultar más cercanas a las nuestras (aunque de un modo anárquico completamente).
Las mujeres del Pueblo Libre no son discriminadas
La vida más allá del Muro es tan dura que cualquier ser con fuerza y coraje es tratado con respeto. Los salvajes siguen a un líder que se gana el puesto, pero cuando deciden que ya no merece, tampoco se andan con miramientos. Las mujeres del acero son las que deciden tomar armas, las guerreras. Pelean junto a los hombres y son tan bienvenidas como su destreza. El Pueblo Libre no diferencia un género fuerte o débil, cada salvaje demuestra cuánta fuerza tiene y punto.
Esta rudeza alberga costumbres algo trágicas como la de nombrar a los hijos después de dos años, pues la mayor parte de ellos mueren y ven como un mal augurio gastar esperanzas en seres tan pequeños y débiles, no son muy fans del afecto gratuito.
Tampoco tienen interés en la institución del matrimonio, algo bastante liberal y despreocupado. Pero recordemos que en Juego de Tronos no hay utopías, y todo tiene su lado malo.
De los hombres se espera que rapten a las mujeres que quieran de otras tribus o clanes; y de las mujeres se espera que resistan y luchen durante todo el camino.
El objetivo es dejar claro que todos lo pasan igual de mal, pero que ninguno se rinde jamás.
Regla de oro del Pueblo Libre: no casarse con hermanos
Toda su libertad de poco sirve en cuanto al incesto. Cersei y Jaime Lannister, Theon y Yara Greyjoy, en las Casas de la serie están tan normalizados los encuentros sexuales entre hermanos que algunas hasta lo tienen como norma obligatoria.
"Locura y grandeza son dos caras de la misma moneda y cada vez que un Targaryen nace, los dioses lanzan la moneda al aire y el mundo aguanta la respiración para ver de qué lado caerá" es una conocida frase de la familia Targaryen, en la que la endogamia se practica como norma general, provocando una larga lista de reyes locos.
En el hábitat del Pueblo Libre no se pueden permitir una mezcla insana de sangre, así que la endogamia es inpensable. Por eso se piensa que aquellos que se casen con miembros de su propia familia ofenden a los dioses y serán maldecidos con hijos débiles.