Si por algo viene caracterizándose la apuesta televisiva de Mediaset España en general y de Telecinco en particular desde hace ya algún tiempo es por la búsqueda de la audiencia prácticamente a toda costa, por la apuesta por el formato reality hasta en programas que nada tienen ver con la tele realidad, por la simbiosis entre programas del grupo y por la facilidad para soltar la lengua de los pesos pesados de la cadena de Fuencarral.

De ahí que extrañe algo menos lo que no deja de ser insólito para la mayoría de cadenas de todo el mundo. Es decir, el cruce de faltas de respeto menosprecios que vienen firmando algunos de los rostros con más peso dentro de Sálvame y Supervivientes que en las últimas horas ha ido un paso más allá.

Todo comenzaba con el fichaje de ciertos concursantes y sobre todo colaboradores para el reality más extremos de la televisión española que dejaban claro tanto en la gala cero como en el primer debate de Conexión Honduras que la búsqueda de repercusión mediática a la caza de nuevos espectadores iba a "salvamizarse".

Algo que ya publicábamos aquí tras el primer programa y que hasta la presentadora del debate dominical de SV 2018 asumía tras ver el bajo nivel de respeto y de formalismo que tenía ante sí en la grada durante el primer programa. Las palabras exactas de Sandra Barneda eran las siguientes "Esto no es Sálvame. Ya hay todas las tardes y el Deluxe el fin de semana... Por favor, fuera enfrentamientos personales".

Unas palabras que dejaban en mal lugar a sus marrulleros, pero que suponía una puya en toda regla en dirección a Sálvame que esta mandaba con toda la intención y sabedora de que los tertulianos más lenguaraces del estudio de al lado no iban a tardar en recoger el guante y darle estopa. Lo de compañerismo y respeto por el trabajo de otros lo dejaban para otras cadenas.

Y es que, como era de esperar, Mila Ximénez, la periodista más lenguaraz del espacio más rosa de la TDT patria no tardó en responder a Barneda menospreciando su trabajo.

Guerra entre Sálvame y SV 2018

Su comentario, dirigido a la mandíbula de esta, comenzaba indicando que, aunque no vio el debate "porque me lo impide mi religión".

Poco después, dejaba en entredicho la profesionalidad de Sandra, asegurando que había que "poner orden porque me parece que es una ofensa a la mujer".

Una ironía dolorosa que parece no habría sentado nada, pero que nada bien a la presentadora de Conexión Honduras. Aun así todo parece una cosa de niños en comparación con lo que ambos bandos se podrían estar cruzando por los pasillos.