Ya hace tiempo que se vienen publicando noticias al respecto. Los famosos, sobre todo las famosas, parecen estar convirtiéndose en la víctima perfecta de los hackers, quienes están levantando información de lo más íntima de sus teléfonos móviles, a menudo con la intención de extorsionar a las víctimas, cuando no para sacar tajada vendiendo la información que recaban mediante una actitud delictiva.

Algo a lo que no son ajenas las celebrities patrias como ha denunciado uno de los rostros más famosos y polémicos de la crónica social como es la colaboradora de Sálvame y Cazamariposas: María Lapiedra, quien asegura haber sido víctima de un hacker que habría borrado todas sus fotos subidas a Instagram a falta de conocer el alcance del ataque.

Por si no tuviera ya suficientes problemas, la que fuera actriz de cine para adultos habría, al menos temporalmente, perdido la posibilidad de entrar a su cuenta oficial en la citada red social donde la rubia habría subido centenares de fotos, por no hablar de los stories y, lo que es peor, de las conversaciones privadas que esta ha venido manteniendo a través de esta plataforma.

Tal y como aseguraban nuestros compañeros de Cotilleo, quienes se ponían en contacto directo con ella para confirmar que efectivamente, ni se ha borrado la cuenta ni ha decidido empezar desde cero borrando todas las imágenes, sino que ha sido víctima de un ataque informático, presumiblemente exponiéndose a alguna red wi-fi pública en la que, como a veces pasaa, esperan estos malhechores para hackear y acceder a los sistemas de cada terminal.

Las intimidades de María Lapiedra, al descubierto

De hecho, una de las cosas que más teme María antes de irse la próxima semana a Honduras para enrolarse en Supervivientes es que el delincuente que ha accedido a su cuenta de Instagram haya hecho lo propio con el resto del terminal accediendo a todas sus fotografías y mensajes de lo más íntimos y que pueda llegar a vender esta información a cambio de un buen montante económico.

Y es que lo que la próxima superviviente tendría guardado en su móvil podría valer mucho, pero que mucho dinero.

Ni hablamos ya de los posibles accesos a cuentas bancarias y demás información sensible que supondría un problema de primer nivel para una María Lapiedra que está muy preocupada y a la espera de recuperar su terminal sano y salvo mientras reza para que el ataque sufrido haya sido menor de lo que barrunta.