Carlos Lozano viene cada semana pisando fuerte y es que es un personaje que desatado da muchísimo juego, pero todo esto también conlleva un peligro. Este miércoles, el defensor de la audiencia volvió a acudir a su cita con los colaboradores y como acostumbra se puso a insultar de nuevo a todos los colaboradores y a ponerlos como vulgarmente se dice a coger moscas.
Este pasado sábado, Carlos Lozano se sometió al poli deluxe, en donde afirmó que se sentía superior a el resto de colaboradores de Sálvame. Ahora parece que la chulería y la arrogancia es el nuevo truco que utiliza Telecinco para molestar cuanto más pueda a los tertulianos de Sálvame y que Carlos Lozano es el nuevo malvado de la cadena y es la forma con la que más daño hace a Sálvame.
Guerra entre Carlos Lozano y Mila Ximénez
Lo cierto es que, al siguiente lunes, en Sálvame lo pusieron a la altura del betún y es que Mila Ximénez lo insultó de todas las maneras que se le ocurrió. Es más, la colaboradora y periodista dijo que no transmite ninguna verdad, que era un mentiroso que lo único que hacía con su vida era el tonto, un frívolo y qué quería estar en la televisión ante cualquier cosa, que lo único que estaba deseando era que le dieran un nuevo programa que presentar.
Aparte, Gustavo González contó que había muchas cosas que sabía de esta persona pero que el programa no le permitía hacerlas públicas.
El miércoles, tras todo lo ocurrido el lunes, Carlos Lozano llegó con más fuerza que nunca y se despachó agusto con todos los colaboradores y con Mila la que más.
Dijo que podía ponerse perfectamente a la altura de Mila Ximénez y soltarle todas las barbaridades que ella soltó de la forma más humillante posible pero que no tenía necesidad, ya que ella misma se había encargado de quedar retratada y que simplemente era una pedante.
Mila Ximénez contestó en el mismo tono a Carlos Lozano, ya que la discusión estaba ardiendo, no le importó a echar un poco más de leña al fuego y comentó que ella no iba a permitir que se le faltará el respeto en el programa de la forma que lo hacía Carlos, pero el defensor de la audiencia tenía un as en la manga que la dejo atónita.
Carlos Lozano dijo que no se agarraba a ninguna silla y que no le importaba su puesto en Sálvame, que eran los de arriba los que lo habían colocado ahí y que no iba nunca pidiendo limosnas. Calificó a todos los colaboradores de Sálvame de cobardes ya que a la cara no se atrevían a decirle nada y habían esperado al lunes para despotricar todo sobre él.