A pesar de haber repetido -y seguir haciéndolo- que está más que muy a gusto alejado del circo mediático de Sálvame y de la Televisión en general, lo cierto es que la vuelta de Kiko Matamoros al ruedo más rosa de la televisión del pasado sábado en el Deluxe advirtió de todo lo contrario.
Guerrero, incisivo, con ganas de poner los puntos sobre las íes y de una notoriedad evidente que provocase que se siguiese hablando de él y su vuelta a la televisión en los próximos días casaban poco con un discurso que se tambaleaba al entremezclar que estaba muy feliz fuera del gallinero en el que ha trabajado tantos años con la confirmación de que aunque no piense en volver a la televisión la razón por la que no fichaba por Supervivientes era que el programa no podía pagar su caché.
Contradicciones al estilo Matamoros.
Por si esto fuera poco, en las últimas horas, la periodista Pilar Eyre, con quien este siempre se ha llevado bien, firmaba en Lecturas una charla con él donde se aprecia aún más liberado si cabe al madrileño mientras hace un repaso de lo más crítico por lo que piensa está siendo la labor de sus ex compañeros de tertulia en el programa de corazón decano de la televisión española tras su marcha.
Repaso que comenzaba por Jorge Javier Vázquez, de quien aseguró era la única persona a la que echaba de menos y quería volver a ver. Después de haberle demostrado que estaba a su lado en momentos complicados, este se muestra agradecido y con todas las ganas del mundo de no perder este vínculo que ambos mantienen.
Ya costaba mucho más saber si el tono que empleaba Kiko Matamoros a la hora de referirse a Lydia Lozano era irónico o no. Y es que sobre esta aseguraba que le producía "ternura". Su pérdida de protagonismo en el programa, añadía, la hacía sentirse insegura y eso le conmovía de alguna forma.
Las críticas de Kiko Matamoros a Sálvame
Era cuando hablaba de María Patiño cuando sacaba los cuchillos. Al escuchar su nombre, como si lo estuviera esperando, aprovechaba para lanzar un duro mensaje que espera que esta sepa leer: "Su adhesión inquebrantable a Belén Esteban le pasará factura". Ahí quedaba eso después de recordar las mezcladas sensaciones que le produce la gallega.
Metido en asuntos judiciales con Mila Ximénez, aseguró que esta, cara a cara, no era igual que en el programa. De hecho, cree, que desde que se fue en el programa falta acción. No hay ni "puñaladas traperas", ni "confrontación". Parece que eso es lo que se ha perdido sin él por allí.