Para quienes ignoren la historia, existió realmente la ‘Casa de tócame Roque’ más allá de su inclusión en sainetes y literatura. Estaba situada en la madrileña calle Barquillo y era destartalada, bulliciosa y jaranera.
Una corrala al uso de la época, allá por las postrimerías del siglo XIX, en que los edificios eran repartidos en modestas habitaciones, llamadas ‘cuartos’ donde vivían personas con escasez de recursos.
Los 'cuartos' daban a largos pasillos comunes que rodeaban un patio central donde se organizaban todo tipo de actividades y donde las disputas y habladurías entre el vecindario eran el día a día. La 'Casa de tócame Roque' es "aquella en la que reina la confusión y hay con frecuencia alborotos y riñas".
Pues en eso se ha convertido en Televisión “Sálvame”, donde poco a poco están representados todos los elementos que lo convierten cada tarde en un espectáculo esperpéntico, con unos colaboradores-actores dispuestos a dentellar todo lo que se les ponga por delante sin reparar en nada, ni siquiera en el más elemental sentido del pudor y de la dignidad inherente a todo ser humano.
“Sois básicas y primarias emocionalmente”
Es lo que les dijo en la tarde de ayer Jorge Javier Vázquez a esas dos Némesis de pacotilla: María Patiño y Belén Esteban ¡Ahí queda eso!
La frase venía tras un nuevo rifirrafe, lleno de gritos y malas caras a costa del culebrón: María Lapiedra, su marido y su amante. En que Tanto María Patiño como Belén Esteban se rasgaban las vestiduras y clamaban al cielo haciendo escarnio público de la otra María, a quien tachaban poco menos que de asesina: “Gustavo, está en peligro de muerte”. “Es una mujer muy peligrosa”. "Primero acabará con su marido y luego contigo"
¿Qué le pasa a María Patiño? Pues no lo sabemos, pero se la ve cada día más malhumorada y contestona.
Ya no tiene bastante con replicar a sus compañeros a quien no les deja decir ni esta boca es mía sin sacar argumentos en contra, con gritos desaforados, paseos por plató y enérgicos aspavientos. Gestos que comparte con su “gran” amiga Belén Esteban, de la que ya parece un calco hasta en las extensiones capilares. Sus caras de suficiencia y sus gestos de desprecio cuando no le dan la razón, son evidentes.
Ayer se atrevió incluso con el presentador, lo cual si lo miramos bien es lógico al ser ella también presentadora, lo que significa que se ve al mismo nivel que Jorge Javier, puede que incluso un poco por encima o por lo menos eso es lo que dice su lenguaje corporal. Por eso al calificarla de básica y primaria emocional, salió del plató y se dirigió al director muy alterada: "Pero bueno, este señor no me puede llamar básica ni yo a él".
Huida hacia adelante
Hace unos días el mandamás (por ahora) aseguraba con un cinismo sin parangón que la de Paracuellos está en su mejor momento en Telecinco ¿Seguro?
Y este lunes estrenan plató, cabecera y hasta nueva versión musical del tema principal, en lo que no parece nada más que una huida hacia adelante tratando de aparentar una bonanza de la que no disfrutan.
Enero vuelve a ser un mes aciago para Mediaset que ve peligrar de nuevo su hegemonía y además la espada de Damocles pende sobre su cabeza. Febrero se acerca y con él la posibilidad de que los franceses consigan hacerse con las riendas del imperio Vasile dándole la vuelta a la tortilla introduciendo cambios en la forma de encarar el showbiz y eliminando todo lo que no sirva a sus intereses.
De momento los más listos y listas van ampliando su horizonte, unas diseñando joyas o siendo imagen de alguna marca, otros pergeñando bodas o espectáculos teatrales. Saben que el tiempo avanza inexorable. Tic tac, tic tac….