Un tiempo después de su paso por la televisión, aunque no la acaban de dejar del todo, Beatriz Retamal y Rodrigo Fuentes, más conocidos como Bea y Rodri, vuelven a saltar al centro de la actualidad mediática después de que se hayan revelado algunos de los sorprendentes datos de la lujosa vida que ambos comparten desde que salieran de la casa de Guadalix de la Sierra con el maletín de 300.000 euros colgando de su mano.
Una cifra que éstos han sabido aumentar a través de la realización de bolos tanto por separado como conjuntamente y que, según distintas publicaciones, alcanzaría los 1.500 euros por una actuación conjunta que no duraría mucho más allá de las dos horas.
Sin duda, mucho más que los pocos más de 600 euros que la valenciana se embolsaba mensualmente antes de acceder a la casa de Gran Hermano.
Por si esto fuera poco, dado que los bolos siguen cayendo continuamente, ambos disfrutan de su particular serie Rodéanos que emite MTMAD, el canal online de Mediaset España, y que les supone unos ingresos de 2.000 euros mensuales. Una cifra discreta pero que unida a sus ingresos regulares supone un importante incremento.
Y es que, en el año que dejamos, y según han publicado algunos colegas, Bea se habría llevado nada más y nada menos que otros 12.000 euros por dejarse fotografiar por la revista Interviú y participar en su calendario de 2018. Situación que ha aumentado la fama de la levantina que, durante sus últimas vacaciones en Cuba, era reconocida por algunos locales dejándola completamente anonadada.
Tal es el amor de muchos de sus fans que esta reconocía se estaban produciendo colectas para llevarlos a viaje gratis por varios lugares de Europa y América en escapadas de puro lujo en las que apenas tendrían que pagarse sus lujitos y que dejan claro que la fama de esta pareja todavía tiene mucho tirón para largo.
Viajes al calor en invierno y el amor incondicional de sus fans
Tanto dinero y tanto ayuda les permite disfrutar de cumpleaños en el extranjero, bien lejos de España, como el que les llevó en el 28 aniversario del madrileño a Panamá donde la pareja no se ha alojado precisamente en hoteles de perfil bajo disfrutando al máximo de uno de los lugares más paradisíacos del continente americano.
La vida de Rodri y Bea parece ser propia de un cuento de hadas. Jóvenes, guapos, con dinero, fama, cariño de la gente y tiempo para poder gastarse lo que ganan en disfrutar del mundo. Muchos lo quisiéramos para nosotros.