susanna griso, actual presentadora de Espejo Público ha admitido que en su familia hay todo tipo de personas y cada una de ellas con una sensibilidad política diferente y que le duele mucho pensar que la política se encuentra muchas veces por encima de las personas.

La periodista vive uno de los años más duros y a la vez especiales de su vida con sus 48 años. Hace unos días despedía a su madre y esta semana ha recogido un premio Ondas, algo muy significativo a nivel profesional a la par de vivir un momento muy tenso por la situación que atraviesa su tierra natal, Cataluña. Algo que en un nivel personal la está agotando como ella misma ha reconocido y no solamente en el plano personal también el familiar.

Fran Rivera, ex torero ha sido el encargado de entrevistar a Susanna Griso tras recibir este premio Ondas reconociendo que no se considera para nada periodista sino más bien un cotilla.

Fue Fran Rivera quién acompañó a Susanna Griso a Sevilla, fue en la capital andaluza donde recibió este premio, la periodista ha reconocido que este año había sido muy difícil para ella y que el premio había llegado en un momento en el que se sentía muy vulnerable especialmente porque en lo político se sentía desgarrada y que que eso la hacía muy débil y a la vez muy fuerte.

Susanna Griso, afectada por la política a nivel personal

Susanna Griso admite que el proces catalán le ha afectado a nivel personal como a muchas personas de su tierra, la periodista afirma que lleva 20 años viviendo en Madrid pero que la discusión en su casa es algo permanente algo que al principio le parecía que mostraba pluralidad, ahora por momentos cree que el respeto se ha perdido y que no quiere imaginar que la política se encuentre por encima de las personas.

Susanna Griso expresó que a lo que más teme es al dolor de su familia a que los suyos sufran y hacer sufrir a la gente que quiere recordaba que ella tenía mucho miedo hablar en público y que su gran temor cuando era una niña era que la sacaron a la pizarra o exponer públicamente.

La periodista habló abiertamente de sus sentimientos sin referirse claramente a su marido Carles Torras el cual no ha ocultado la posición que tiene respecto del proceso catalán.

Un cuestionario que propuso hace tiempo el marido de la presentadora contenía un cierto ataque a aquellas personas que defendían el cumplimiento de la legalidad como única vía ante este desafío español y hacían críticas con ciertas preguntas ácidas relacionadas con el proceso independentista, por ejemplo la opinión acerca de que los niños estuvieran en las manifestaciones soberanista. Añadía con tono irónico que por qué no se contaba que estuvieran en el día de la Hispanidad o que el Tribunal Constitucional fuese el único que tuviese potestad para interpretar la Constitución, preguntas con doble rasero en las que se notaba claramente la indignación de Carles Torras.