El caso de Juana Rivas es una historia que ya todo el mundo conoce en España. ¿Quién no ha oído hablar de dicha mujer que cogió a sus hijos y se estuvo ocultando de la justicia? Al enterarse de dicha situación, los medios claramente se hicieron eco del asunto para así dar viralización a un historia que ha dado mucho de que hablar.

La historia de Juana Rivas

Según la ley Juana tenía que entregar sus hijos a su padre, Francesco, un ciudadano de Italia. En el entorno de Juana siempre hicieron alusión a que el hombre había maltratado a su pareja y que por lo tanto ella no permitiría que semejante persona se hiciese cargo de sus hijos.

Teniendo el drama de la violencia de género, donde tan solo en España son asesinadas decenas de mujeres al año, rápidamente las redes sociales se encargaron de dar más fama a dicho caso.

Entre la propia ciudadanía española se originaron dos bandos. Por un lado estaban los que defendían a Juana Rivas y a su derecho de no entregar los niños a una persona que supuestamente la había maltratado. Por otro lado, desde un sector un tanto más conservador, se encontraban los que opinaban que los niños debían estar con su padre, pues así lo establecía la ley, y que lo que Juana estaba haciendo era una acción claramente ilegal.

Uno de los programas que más ha hablado del "caso Juana" es Espejo Público, emitido en Antena 3.

Recientemente Juana ha asistido, por primera vez desde que se conoce su historia, a responder distintas preguntas y para arrojar un poco de luz sobre diferentes episodios que a día de hoy aún parecen confusos.

La confesión de Juana Rivas

Las palabras de Juana Rivas en Espejo Público han sido contundentes y han venido a confirmar lo que su entorno ha ido manifestando durante todo este tiempo; su marido la maltrataba.

Sin ningún temor a lo que pudiese pensar la gente, Juana se sentó y explicó su versión.

Juana relató cómo fue el día en que le puso la denuncia a Francesco. Dijo que fue un auténtico infierno y que el hombre le estuvo golpeando sin parar desde las cinco de la mañana hasta la hora de abrir la tienda.

"Estuvo dándome golpes hasta la hora de abrir la tienda.

Yo estaba cansada, así que lo que hacía era sentarme en una silla, me dormía y él me empujaba, me tiraba y me daba bofetones. Cuando me tumbaba en la cama, él me empujaba la espalda hasta que caía".

También relata cómo fue el médico el que se dio cuenta de la gravedad del asunto y cómo fue el mismo médico quien llamó a la policía.