Uno de los grandes protagonistas de la última edición de Gran Hermano, la decimoséptima, no deja de sorprender a los fans del programa a cada nueva noticia que este nos hace saber sobre su transformación física.

El modelo gallego, que entraba a la casa asegurando que lo hacía con la intención de despojarse de su gran secreto -llevaba peluquín para tapar su calvicie- e iniciar una nueva vida sin dar importancia a su realidad física y su imagen, de la que dependía en exceso según sus palabras, parece haber cambiado de parecer de manera radical.

Era poco después de su salida de Guadalix de la Sierra cuando este volvía a pasar por quirófano para retocar su rostro y corregir imperfecciones con la intención de detener el paso del tiempo por su cara. Ese no sería el único motivo que colocaría a Miguel Vilas delante de un cirujano plástico, ya que después nos enterábamos que este habría pedido que le dejaran las facciones lo más parecidas posible Aylén Milla, también ex de GH.

Era entonces cuando iniciaba una auténtica transformación femenina como la que se puede apreciar en la foto principal de este artículo y que pueden ampliar haciendo click sobre la imagen para ver al detalle, lo poco que se parece con el que vimos en la casa de Gran Hermano no hace tanto tiempo.

A esos retoques después se le añadirían más. En este caso, relacionados con su cabellera, la que tantos dolores de cabeza y bajones le había provocado en los últimos años. Su intención no era otra que la de colocarse una enorme melena con la que le veíamos mucho más feliz en las redes sociales.

Sin embargo, su transformación no terminaba tampoco ahí. Y es que durante las últimas horas el modelo gallego a sorprendido a todos sus seguidores en las plataformas sociales con una nueva de tuerca en esa transformación constante hacia la figura femenina que estaría viviendo.

La espectacular nueva foto de Miguel Vilas de Gran Hermano 17

En este caso, lo ha hecho luciendo ropa de baño femenina. Concretamente un bañador negro con el que este estaría disfrutando de sus baños durante el presente verano y estilizarían su figura, más parecida a la de una fémina que no a las tradicionales curvaturas masculinas.

De hecho, tal sería su obsesión en que así fuera que, a pesar de la forma ceñida de la pieza de traje de baño que luce en la publicación que les adjuntamos aquí abajo, no se puede apreciar apenas una marca en la entrepierna que haga adivinar que allí se encuentra el aparato reproductor masculino. Habrá más cambios.