Belén Esteban ya se lo temía. Una vez su hija fuera mayor de edad las informaciones y publicaciones sobre Andrea Janeiro, conocida popularmente como Andreíta, iban a ser un goteo constante con el que tendría que lidiar de la mejor manera posible. Sin embargo, como dice el refranero español, del dicho al hecho hay un buen trecho.
Y es que a las primeras de cambio, y cuando han visto la luz las primeras fotografías subidas de tono de su hija, mamá se ha revuelto maldiciendo la imparable oleada de publicaciones y comentarios que su "pequeña" está teniendo que soportar, muy especialmente en las últimas horas.
El relato de los hechos era el siguiente. A finales de esta misma semana, y después de haber tratado de guardar silencio durante bastante tiempo, el novio de Andreíta dejaba de esconderse y se ponía ante la primera línea de fuego mediática, publicando en sus perfiles en las redes sociales las primeras fotografías junto a su chica.
Una serie de fotografías en las que se le veía dándose el lote con la hija de Jesulín de Ubrique y que no tardaban en convertirse en virales siendo pasto de memes y de centenares de comentarios en las redes sociales en las que, como era de esperar, no salen muy bien parados mayoritariamente.
El hecho de que estas instantáneas lejos de ser de ambos juntos, mirando a cámara y posando delante de algún monumento o en alguna fiesta con amigos, sean de los dos jóvenes "comiéndose la boca" -como se refieren los jóvenes a liarse, darse un morreo o un beso de tornillo- y que sean más de una y en público no ha gustado nada a mamá Esteban.
De hecho, tal y como publican nuestros compañeros de EsDiario tras la aparición de estos primeros documentos gráficos de ambos dando rienda suelta al amor y la pasión que les une desde que se conocieran en Benidorm la colaboradora de Sálvame habría tenido un encontronazo con su hija.
Belén, muy disgustada con la sobreexposición de su hija
Tal y como pone de manifiesto la publicación a la que hacía referencia en el anterior párrafo, la de San Blas le habría pedido a su hija que sea más comedida y discreta con lo que hace y publicamente, lo que podría no haber sentado especialmente bien a la joven, quien podría interpretar estas palabras como una intromisión, por un lado, y como una desaprobación a la publicación de las fotos por parte de su novio, por otro.
Por muchas recomendaciones con buen tono, malo o regular que Belén le haga a Andrea lo que está claro es que esta ya no es ninguna niña. Es mayor de edad y lleva las riendas de su vida.