La comida, concretamente una pizza, ha sido la protagonista de la última gran bronca de la isla.
Los Supervivientes recibieron un pergamino con una misión que tendría que llevar a cabo la líder del grupo, Laura Matamoros y otro concursante de su elección. Laura eligió a Alba Carrillo y ambas se subieron a una barca rumbo a realizar su tarea.
La misión consistía en subir al tótem, tal y como hacían al principio del concurso los habitantes de Tierra de Nadie, y decidir si quedarse la recompensa del primero o ignorarla e ir a por el segundo.
La difícil decisión de Laura y Alba
Cuando llegaron al primer tótem las chicas se llevaron una grata sorpresa, una pizza. La alegría les duró poco ante la indecisión de si dejar la pizza e ir al segundo tótem o quedarse la comida. Tras varios minutos de sí y no, echaron a andar pero se arrepintieron a mitad de camino y cogieron finalmente la pizza.
Después de decidir quedarse la comida se les presentó otro dilema: ¿compartir o no compartir? Recordando los robos de comida de Iván y las discusiones por el isotónico, Laura y Alba optaron por comerse la pizza ellas y regresar a la isla con las manos vacías.
Los chicos conocían el contenido de los tótems
Mientras las chicas realizaban su ruta de senderismo hacia el tótem, los chicos recibieron un pergamino en el que se desvelaba que el primero tenía una pizza y el segundo un chisquero.
Iván, Alejandro y José Luis comentaban sobre cuál sería la decisión de las chicas y si en el caso de coger la pizza, la traerían. Ante esta última pregunta se mostraban optimistas y pensaban que al menos compartirían la pizza.
Iván fue quien peor se tomó la decisión de Laura y Alba
Durante todo el trayecto en barca de regreso a Cayo Paloma la ganadora de GHVIP y la modelo debatían sobre si decir o no la verdad sobre la pizza.
Y aunque finalmente optaron por decir la verdad, la respuesta de sus compañeros fue principalmente negativa, sobre todo por parte de Iván. Mientras que José Luis y Alejandro mostraron su malestar por su decisión admitiendo que de ser ellos habrían compartido, después de un par de reproches la cosa con ellos no llegó a más.
En respuesta a por qué lo hicieron, las chicas admitieron que no trajeron pizza porque no querían compartir con Iván.
El problema con el extronista viene a raíz de que él bebe más isotónico del que le corresponde, al robo de un trozo de tarta durante la barbacoa y que siempre acaba trampeando para ponerse la ración más grande de comida. La pizza les pareció una buena oportunidad para vengarse y lamentaron que afectara a Alejandro y José Luis, afirmando que de no ser por Iván habrían compartido con ellos.
Iván, el principal aludido y afectado, a diferencia de sus compañeros se enzarzó en una fuerte discusión con Laura en la que acabó llamándola “concursante de mierda” y señalando que no merecía estar en la final. En un choque de reproches mutuos, Iván acabó incluso diciendo que podría haber una sorpresa en la final y ganar él.
Ante tal comentario a Laura se le escapó una sonrisa burlona.
Con el pase a la final en mente, este acto de glotonería, a la vez que de venganza de Laura y Alba, fue sin duda una decisión arriesgada que junto con la discusión con Iván pueden lograr que la balanza se incline a favor del viceverso consiguiendo su billete para la final.