Es la polémica que nadie parece dispuesto a dejar ir y a día de hoy, sigue dándole disgustos a Antonio García Ferreras. Tras destaparse su relación con el caso que inculpaba a Ignacio González por las injurias vertidas contra Cifuentes, el presentador de "Al Rojo Vivo" tuvo que dar muchas explicaciones en su programa para limpiar su imagen. Hacía tan solo un mes que lo veíamos dirigirse a los espectadores, para informar sobre la situación con tanto detalle como le era posible y defenderse de las acusaciones que en su contra, se habían recopilado en el periódico "El País".

Ahora, parece que las cosas se ponen difíciles de nuevo para él. Todo a raíz de que el showman de La Sexta intentara desacreditar a uno de los periodistas del diario, Jenaro Castro, calificándolo como un "comisario político y manipulador" en pleno programa. Adjetivos que el agraviado tuvo a bien tomarse como una injuria en contra de su reputación y que hoy, le hacen enfrentar a Ferreras una grave demanda interpuesta ante la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) por el dirigente de "Informe Semanal".

Lo más turbio del asunto es que dicha organización ha tenido a bien concederle razón a la queja, al considerar el argumento de Ferreras como "vejatorio y desvalorativo". Si el asunto trasciende, el presentador de "Al Rojo Vivo" podría afrontar consecuencias de aspecto jurídico.

A pesar de todo, parece haber un estatuto en el que puede ampararse, pues permanece protegido por la libertad de expresión del ordenamiento jurídico de España. Con todo y que ha quedado acordado que sus declaraciones durante la escandalosa emisión, están plagadas de "animosidad y menosprecio" para con Castro, cuando en el periodismo lo que menos importa son las opiniones personales.

Por el momento, la Comisión de Quejas parece haber llegado a la única resolución de intentar establecer una relación conciliatoria entre ambos implicados y de ello se han vuelto a enganchar los medios, ya no solo para seguir haciendo eco del caso de Ignacio González y sus allegados, sino para no retirar a Ferreras del ojo del huracán.

¿Será que lo veremos en los juzgados? ¿O arreglará las cosas con Castro como ya lo hiciera con Pedro Sánchez en su día?

Hasta el momento, ninguno de los dos periodistas ha salido a rendir declaraciones de ningún tipo, pero queda clara la animadversión entre ambos que ahora, parece ser insalvable.