La guerra despiadada entre Belén Esteban y Toño Sanchís va encrudeciéndose a medida que avanza el juicio que enfrenta a ambos y por el que la princesa del pueblo le reclama casi medio millón de euros al que fuera su representante. Si ayer conocíamos que el mánager de famosos está preparando un carrusel de querellas contra la de San Blas en las que será ella quien tenga que responder ante la justicia, y hace no tanto sabíamos del libro de Toño en el que quiere desenmascarar a Belén y contar quién es "la verdadera" Esteban, ahora la cosa ha ido un paso más allá.

Y es que ambos, no contentos con estar tirándose todo tipo de trapos sucios a través de los programas en los que participan, han decidido incluir en esta batalla a varios de sus familiares, a quienes están incluyendo en sus ataques, dando la sensación de que el juicio también se está jugando en un plano psicológico y que, para ganar en este campo, tocar lo que más le duele al contrario puede resultar vital.

En este sentido, después de que Toño Sanchís se permitiera el lujo de comentar si Andreita se hablaba con su padre o no o si iba a ser invitada con todo tipo de detalles, es ahora la colaboradora de Sálvame la que, después de haber hablando en el pasado sobre la mujer de éste y socia de la empresa demandada, ha decidido meter a su madre en el fango.

Lo hacía durante el último Sálvame en el que la rubia reveló que la madre de la colaboradora estrella de Telecinco le había revelado a su hijo que tenía una hermana secreta, algo que no se correspondería según sus palabras a la verdad, y haciendo mucho daño a Belén.

Según sus palabras, la madre de Toño, supuestamente, habría tenido la intención de hacer daño a la ex representada de su hijo.

Según la Esteban, tiene en su posesión unos documentos en los que se relacionaría a ésta con la hija de la princesa del pueblo.

Belén y Toño meten por medio a Andreita y a la madre del representante

Concretamente, lo que ésta expresó en el programa fue lo siguiente: "Si os enseño una cosa que vi ayer... es vergonzoso lo que ha hecho con mi hija", dejando a todos los presentes en el programa y a los telespectadores con la miel en los labios en relación a qué podría haber dicho o hecho la madre de Toño en relación la hija de ésta y de Jesulín de Ubrique.

Cuando se meten familiares en rencillas personales, la cosa no puede acabar bien. Y lo peor es que esto sólo acaba de empezar. Nada peor que dos amigos íntimos que se declaran la guerra. Al tiempo.