Al igual que la primera fiesta de la semana, la celebrada este viernes en la casa de Guadalix de la Sierra trajo consigo un nuevo distanciamiento evidente entre Marco Ferri y Aylén Milla. Los protagonistas del cuestionado culebrón del momento fueron los últimos en permanecer en la pista de baile durante la fiesta argentina que organizó GH VIP para homenajear a la nueva concursante.
Y fue entonces cuando afloraron nuevas quejas sobre los mismos problemas que llevan arrastrando desde la llegada de Aylén a la casa. La cosa venía de lejos, de una conversación que mantuvieron ambos con Irma Soriano, Emma Ozores, Alyson Eckmann y Elettra Lamborghini durante la cena, entre alfajores, mate y empanada, en la que la novia de Marco volvió a evidenciar sus problemas para superar la actitud de su pareja.
Asesorados por Inma intentaron limar asperezas sin éxito y finalmente tanto el italiano, desgastado, como Alyson y Elettra abandonaron la mesa para ponerse a perrear.
Tras una fiesta insulsa, Marco le reprochó a su pareja que fuera incapaz de pasárselo bien aunque fuera una noche y volvió a quejarse de lo poco que le aporta Aylén en el concurso, estancada en los problemas. En un arrebato de sinceridad, aseguró que es incapaz de sentirse relajado con ella, que está incómodo con su presencia y que parece su supervisora.
La argentina admitió esa actitud porque considera que Marco es seco y cortado con ella mientras que con los demás se abre. El italiano está cansado, siente que lo ha intentado todo para solucionarlo y no entiende los reproches de su novia, que acabó mostrándole su malestar por algo acontecido en la fiesta.
Aylén no entiende que él pintara con ceras en la pierna de Alyson un muñeco del juego del ahorcado con el nombre de Marco debajo y le pidió que no haga esas cosas más porque le molestan y cree que tienen un doble sentido.
Marco considera que tiene que aceptar que él haga bromas con sus amigos para pasar un buen rato aunque no las entienda y ella siente que esas cosas las hace "para joderle", por lo que le pidió que cediera.
Además, considera que el italiano esconde alguna segunda intención. Él está cansado y fue incapaz de aguantar las continuas quejas de Aylén, gritándole “¡Basta!”, afirmando que era una pesada y pidiéndole que le dejara marcharse, ya que ella estaba sentada en su regazo y se lo impedía.
En un acto de violencia implícita, Aylén le negó la posibilidad de marcharse durante un buen rato, asegurando que no le dejaría irse si no le daba explicaciones, algo que no es permisible en ningún tipo de relación humana.
Finalmente cada uno cogió su camino. Aylén trató de sincerarse con Alyson, que afirmó sentir pena por ella porque no entiende su forma de pensar y más tarde fue Marco el que se desahogó con su amiga, que comparte la visión del italiano.
La noche acabó con Marco durmiendo en su cama y Aylén intentándolo en la suya, porque fue incapaz de conciliar el sueño y, sobre las 3 de la madrugada se levantó para ponerse a recoger los restos de la fiesta argentina y planchar ropa.
Los problemas de la relación hacen que la audiencia se posicione según su visión del asunto. Algunos piensan que Aylén roza lo enfermizo con sus celos y su posesividad, que la llevan a molestarse porque Alyson beba de la misma copa que Marco o porque éste pinte en su pierna con aparente inocencia. Otros creen que la actitud del italiano le hace desmerecedor de su novia, ya que ven un evidente flirteo de él hacia Alyson.