Si tenías la impresión de que durante el último año habían fallecido más Famosos que en períodos anteriores, tus sensaciones son correctas. 2016 se cierra con un balance demoledor en cuanto a muertes de celebridades se refiere, registrando las peores cifras de los últimos cinco años.

El autor de este peculiar estudio es la BBC. Propuso a Nick Serpell, responsable de la sección de necrológicas, comparar las defunciones de personajes notorios del 2016 con las de otros años. El resultado fue que, tras un primer trimestre devastador con un 30% más de óbitos que en el 2015, el 2016 se erigía con el dudoso honor de ser el año en el que más pérdidas de celebridades se habían registrado desde el 2012.

La lista más macabra

El año comenzaba mal. El 10 de enero decíamos adiós al cantante David Bowie. Posteriormente, se unirían a esta macabra lista actores y actrices como Alan Rickman o Zsa Zsa Gabor; deportistas como Muhammad Ali o María Teresa de Filippis, la primera mujer piloto en competir en un Gran Premio de F1; el astronauta John Glenn; el filósofo Umberto Eco y el poeta-compositor Leonard Cohen, entre otros.

El mundo de la canción, además de Bowie, era golpeado con la pérdida de grandes nombres como Prince, Juan Gabriel o George Michael, que nos dejaba el 25 de diciembre. Y es que los últimos días del año tampoco dieron tregua. Tras George Michael, el 27 fallecía Carrie Fisher, la legendaria Princesa Leia de la “Guerra de las Galaxias”.

Tan sólo un día después, lo hacía su madre, Debbie Reynolds (protagonista de “Cantando bajo la lluvia”), cerrando un fatídico año con este casual y anecdótico toque tétrico que ha envuelto de maldición al año que dejamos.

¿Es el 2016 un año maldito?

Ante tantas defunciones, el MIT (Instituto de Tecnología de Massachussets) ha querido encontrar el motivo y predecir su evolución para años posteriores.

También, el propio autor de la estadística, Nick Serpell, sugirió su propia teoría: la razón se debe a que la mayoría de estas figuras surgieron con la Televisión y la cultura pop, cuya vida ya alcanza el medio siglo y, por tanto, también la de sus brillantes estrellas que van cumpliendo edades delicadas.

Pero el argumento más sólido es que actualmente, gracias a la televisión, pero también a las redes sociales, internet, etc...

el número de estrellas y famosos se ha ido incrementado exponencialmente. El concepto de famoso ha variado. Un youtuber puede elevarse a esta categoría antes impensable. Como el “censo de celebridades” es mayor cada año, es lógico que estadísticamente también sea mayor la probabilidad de que se produzcan más defunciones. Según el MIT, todo ello nos lleva a pensar que el 2017 tendrá la misma tónica.

Pero quizás el 2016 nos deja una sensación aún más amarga, pues hemos tenido que decir adiós a grandes figuras internacionales con las que hemos crecido. Descansen en paz.