¿Cuándo sales de cuentas? Esta pregunta, con el paso de los años, parece que se está quedando obsoleta. Cada vez se dejan menos cosas a la improvisación y entre ellas, el parto. Los datos que arroja un informe elaborado por El País (publicado el 28 de noviembre de 2016), en el que se analiza los 2,3 millones de partos que hubo en la Comunidad de Madrid entre 1975 y 2010, son demoledores. El sábado y el domingo se registran un 20% y un 27% menos de nacimientos, respectivamente, que los que acontecen en días laborables. ¿Por qué?
Cesáreas y partos programados
El principal motivo es el aumento de partos programados, cesáreas o partos inducidos durante estos últimos años. En España, las tasas de cesáreas practicadas son muy elevadas. Un 25,4 %, 10 puntos más de lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud (15%). Es decir, uno de cada cuatro niños españoles nacen por cesárea. Y estos tipos de alumbramiento se practican en su mayoría en días laborables.
Cuestión de salud
La gestación han evolucionado. La edad de maternidad se ha retrasado (33 años de media), por lo que el porcentaje de sufrir complicaciones durante el embarazo y, por ende, en el parto también son mayores. Igualmente, el embarazo gemelar ha aumentado por los tratamientos de fecundidad y las técnicas de reproducción asistida, motivado por esa demora en la decisión de ser padres.
Y finalmente, gracias a todos los avances científicos, se detectan más patologías en el feto, que pueden requerir de una intervención prematura.
Todos estos elementos de riesgo, llevan a los facultativos a prevenir con partos inducidos o cesáreas que se programan de lunes a viernes cuando la mayoría del personal está operativo.
¿Sanidad pública o privada?
Las diferencias entre la sanidad pública o privada respecto a esta materia son muy grandes. Mientras que en la pública, estas prácticas rondan el 22 5% de los casos, en las privadas se duplican. Muchas de esas clínicas privadas carecen de todos los servicios necesarios (anestesista, unidad de neo natos, pediatría, etc.) en todo momento, especialmente los fines de semana, por lo que prefieren programar el nacimiento para evitar problemas.
Pero hay otros motivos mucho menos justificables. El reportaje recoge el escalofriante testimonio de una paciente (Mercedes) cuyo parto fue inducido por unas complicaciones que aparentemente nunca existieron. Mientras cosían la herida de la cesárea, escuchó cómo el obstetra comentaba que había acomodado el parto de sus ocho pacientes para poder irse de vacaciones. Y es que, mientras en la pública el seguimiento lo realiza todo el departamento de obstetricia, en la privada, el servicio personalizado hace que sea el mismo ginecólogo quien atienda en consulta y en paritorio; y parece que no es tan inusual adecuar el parto de sus pacientes a su agenda.
"Espera que miro mi agenda"
Además, asistimos a dos nuevos conceptos: la “cesárea social” y la “inducción social”.
La primera es cuando la mujer decide que quiere cesárea. Es el caso del primer hijo de Shakira. Es una práctica bastante extendida entre las famosas para evitar el ensanchamiento de la pelvis y no perder la figura. E “inducción social” es cuando la madre prefiere que el parto sea programado para saber la fecha de nacimiento de su hijo bien por por motivos laborales o sociales.
Pese a todos los datos, debemos seguir las recomendaciones de nuestro médico. Y en ningún momento este artículo, pretende sembrar la desconfianza en las decisiones de los profesionales.