En los meses de invierno, el frío y los cambios bruscos de temperatura con frecuencia irritan la garganta provocando dolor. Unas molestias que van desde inflamación de la zona, afonía, picor, dolor al tragar e incluso, en algunos casos, fiebre y decaimiento. Una manera eficaz de poder prevenirlo es reforzando las defensas con una alimentación adecuada y echando mano de una serie de remedios naturales que ayuden a aliviar los síntomas.

Una dieta para combatir la inflamación

Con el fin de fortalecer el sistema inmunitario, se debe aumentar el consumo de frutas y verduras de temporada que aporten el extra de vitaminas y nutrientes suficientes para hacer frente a la acción de virus y bacterias.

De igual forma, conviene incrementar la ingesta de líquidos, y, no sólo de agua sino también de zumos caseros, infusiones y caldos ligeros.

En el caso de sufrir dolor al tragar se recomienda tomar cremas, sopas y purés o en su defecto arroz y pasta. Por el contrario, las proteínas de origen animal (carnes rojas, lácteos enteros y embutidos) es mejor reducirlas ya que resultan más difíciles de digerir.

Remedios naturales para encontrarse mejor

Como complemento a la dieta, el poner en práctica ciertos remedios naturales pueden resultar de gran alivio para bajar la inflamación y suavizar la garganta. Entre los más beneficiosos se encuentran:

  • Gargarismos: las gárgaras con agua salada, a poder ser agua yodada, poseen una gran acción desinfectante y cicatrizante. También, se pueden llevar a cabo con agua caliente, miel y limón. Éste es uno de los remedios tradicionales que más eficaces resultan para este tipo de dolencia.
  • Inhalaciones: los vahos con vapor de agua y hierbas, en especial el eucalipto, suelen mejorar las molestias sobre todo si el dolor de garganta va acompañado de mucosidad.
  • Que no te falte la miel: dadas sus excelentes propiedades, recurrir a este producto cuando se tengan molestias al tragar ayuda a suavizar la zona. Por eso, añadirlo en postres e infusiones es una opción de lo más recomendable.