Es quizás una de las mayores preocupaciones estéticas entre las mujeres. La celulitis es una acumulación de grasas, toxinas y líquidos que afecta a 9 de cada 10 mujeres. Entre las causas principales se encuentran la genética, la falta de ejercicio, una dieta desequilibrada, trastornos hormonales, estrés y la mala circulación sanguínea. La mejor manera de combatirla es atacándola desde diferentes frentes.
Objetivo: eliminar toxinas
Beber a diario un mínimo de 1,5 litros de líquido favorece la expulsión de las sustancias de desecho a la vez que contribuye a acabar con la grasa acumulada.
Aparte de tomar agua, también resulta muy eficaz consumir licuados vegetales e infusiones depurativas que mejoren la circulación de la sangre como, por ejemplo, cola de caballo, diente de león o té verde.
La dieta, un factor clave
Seguir una dieta sana y equilibrada es una estupenda medida anticelulítica. No es cuestión de comer menos, ya que las mujeres delgadas también sufren este problema, sino de consumir aquellos alimentos que ayuden a evitar la flacidez y estimulen la circulación sanguínea.
Las hortalizas, las verduras de hoja verde, las frutas (piña, kiwi, plátano, sandía, melón, fresas, arándanos) y las legumbres son los grandes aliados a la mesa. Por el contrario, conviene no abusar de frituras, snacks salados, precocinados, bollería, pan refinado, embutidos y alcohol.
Una regla de oro es procurar no cocinar con demasiada sal. En lugar de eso, se pueden enriquecer los platos con hierbas aromáticas, especias y limón.
Adoptar buenos hábitos
Practicar ejercicio, evitar la ropa muy ceñida y los zapatos de tacón alto, dejar de fumar, reducir el estrés y llevar a cabo duchas de contraste alternando chorros de agua fría y caliente son algunas de las armas infalibles para luchar contra la piel de naranja.
Apostar por los aceites esenciales
Los aceites esenciales añadidos a la crema o gel habitual, en baños o en cataplasmas contribuyen a mejorar el estado de la celulitis.
- En la crema: vierte de una a tres gotas de aceite esencial de menta en la crema o gel y con dicha mezcla efectúa un masaje enérgico en la zona afectada una vez al día.
- En baños: tanto el enebro como el ciprés tienen acción drenante. Así que si preparas un baño caliente y echar 20 gotas de aceite de enebro, 20 gotas de ciprés y 4 cucharadas de sal marina y te sumerges durante 15 minutos conseguirás resultados muy satisfactorios.
- En cataplasmas: las cataplasmas de algas, ricas en minerales, tienen efecto detox, depuran y activan el metabolismo. Extiende sobre la zonas a tratar y deja que actúe unos 30 minutos, aplícala una vez a la semana.