Ya es habitual que en este diario comentemos cómo los fans de la excelente serie catalana “Merlí” alaban su calidad, el carisma de su protagonista y sus secundarios, el cómo han conseguido que una materia difícil de seguir como la Filosofía pueda seguir siendo estudiada por que han estimulado el interés para ello, etc.
Pero no habíamos hablado de los detractores de “Merlí”, los que incluso atacan a TV3 por producir una serie así. No les importa que sea catalana ni que esté hablada en catalán, no. Ha habido detractores de muchas clases.
Los que son colegas, en la vida real, del ficticio profesor Merlí Bergeron, es decir, profesores de Filosofía, más de uno ha condenado la serie, que entienden que les denigra como colectivo en la Enseñanza.
En una web sobre Cine, uno lamentaba que “deben de creer que las clases que damos son como un prostíbulo, y las reuniones del AMPA, como las orgías de Calígula”, debido a la facilidad de ligar del protagonista, fuera con colegas maestras o madres de alumnos, por lo visto, poco edificantes para él.
Los fans de “Merlí” quedaron sorprendidos por una carta de un profesor de Filosofía de Girona, Xavier Serra, que publicó El Periódico de Catalunya hace una semana. Bajo el apocalíptico título de “Merlí es un veneno devastador para todos los públicos”, Serra llega a comparar la serie con la telebasura de Telecinco, sobre todo con “Sálvame”.
“Durante mucho tiempo, pensaba que no podría haber un programa más corrosivo y frívolo que los que hace una cadena como Telecinco, (…) con personas sin criterio ni cultura, manifestando los peores vicios y comportamiento de la naturaleza humana, (…) que así ahogan sus bajas pasiones y pasan el rato.
Pues bien, me doy cuenta de que TV3, y los que apoyan a la serie ‘Merlí, lo han conseguido”.
Como si fuera un telepredicador condenando todo lo inmoral, enumera lo que según él es nocivo en ‘Merlí’: “Serie hipersexualizada, (…) que hace de la Filosofía un croma secundario para exponer debilidades, actitudes y conductas empobrecedoras.
(…) Un veneno de inoculación rápida y moralmente devastador, para jóvenes y mayores”. Acaba exigiendo que “no financiéis más a Lozano [el productor de la serie] y sus cómplices”. O sea, que exige un boicot inmediato a ella.
Los fans de “Merlí”, que tienen grupo propio en Facebook, “Enganxats a Merlí”, avisados por este cronista, alucinaban en colores al leer su carta.
Uno recordaba que ese mismo señor ya envió cartas parecidas a más diarios, siempre quejándose de lo mismo: “Que piense este buen señor lo que quiera, ya se cansará”. Coincidían en que “comparar la serie con Telecinco es de un absurdo enorme”.
Otra recordaba a otra detractora de la serie y docente: “Una señora, que también es profesora, le parece una vergüenza que en la serie haya una chica de 13 años obsesionada con perder la virginidad. Estaba hablando de la Tània, 18 años, en Segundo de Bachillerato. ¿A algunas personas no les da vergüenza escribir según qué cosas en Facebook?” Todos han recordado que en cualquier instituto hay alumnos y alumnas con ganas de sexo, no por imposición ni modas, sino por instinto o por que es algo natural, y sin entrar en cómo lo afrontan.