Que TVE emita El Padrino es una buena noticia. Se trata de una obra maestra, uno de los más reconocidos títulos en la filmografía de Francis Ford Coppola, y el de don Vito Corleone, interpretado por Marlon Brando, uno de los papeles más importantes en la carrera del controvertido actor. Por lo tanto, la elección de verla, con el aliciente de la ausencia de publicidad en la 1, era toda una tentación, y muchos optaron por ella en el prime time de la noche del 4 de junio.

Lo que prometía ser una velada de cine irrepetible... lo consiguió, pero no por los méritos propios del film, sino debido a su nuevo doblaje, el que se le efectuó a la película en el año 2008 en base a su restauración para el DVD.

La red social Twitter empezó a quejarse en masa, gritando, profiriendo todo tipo de comentarios negativos acerca de las nuevas voces, que le daban un aire diferente a sus personajes. Y es que el mítico tono que aportaba Francisco Sánchez doblando a Brando es, en nuestro país, una seña de identidad de don Vito. Tanto es así que es su voz, y no la del actor original, la que se imita cuando, a modo de broma, entre amigos y familiares, tiene lugar cualquier negociación.

Pero todo cambia, y hasta Marlon Brando tiene nuevo actor de doblaje: Miguel Ángel Jenner, padre de la gran actriz Michelle Jenner, protagonista de la exitosa serie de TVE Isabel. Como el profesional consumado que es, intérprete de Samuel L.

Jackson en Pulp Fiction o de Ving Rhames en Mission: Impossible, de Brian De Palma, cada vez que se cita su nombre un murmullo de respeto recorre el ambiente.

¿Por qué de repente su elección se antoja incorrecta? Es cuestión de costumbre. Probablemente de haber sido Jenner desde siempre quien hubiera doblado a Brando nada de esto hubiera sucedido.

Y como Miguel Ángel, el resto de sus compañeros, porque España es uno de los países donde el doblaje está considerado como un arte, y puede que alguna película falle en ese aspecto, pero es extraño encontrarse con quejas por el resultado que ofrecen la mayoría de ellas.

Por supuesto, siempre quedará la opción de apartar el doblaje y escuchar la voz real de los actores, algo que muchos prefieren y que a otros no les importa compaginar, pero lo único innegable es que, guste o no la versión doblada, ya sea en latino o en español, la que no varía es la de los actores originales y son las suyas las que deberían marcan la pauta a comparar, no la del primer doblador que tuvieran.