No es la primera vez que Hollywood y otras cadenas televisivas hacen de las suyas insertando disimuladamente contenidos preocupantes, alarmantes o incluso aterradores. Es conocido por todos, no hace falta ser un lumbreras para darse cuenta, de que en todos los programas que vemos en Televisión hay información puesta ante nuestros ojos de forma subliminal, sin que nos percatemos, pero esa imagen permanece en el inconsciente del sujeto provocando un efecto.

Esta vez han ido más allá, o quizás sea ahí donde nos quieren llevar. Tal vez de esto es más difícil percatarse pero desde hace mucho tiempo, estos medios televisivos están intentando acercarnos a la brujería, al espiritismo y al satanismo.

El más evidente ejemplo de esta manipulación se puede apreciar en las telenovelas donde incesablemente fomentan la destrucción de la familia, y el sentimiento liberal de entregarse a los placeres (una ley fundamental del satanismo).

La serie más famosa de estos últimos años es: "La que se avecina" , una sátira cómica de muy mal gusto que critica al estado español, la iglesia y a todo acontecimiento de actualidad sobre el que tengan intención de desinformar al ciudadano, pero por qué no admitirlo, es muy graciosa. Con esta producción se han pasado de la raya, aquí no hay nada subliminal, en esta serie te lo ponen delante de los ojos para que no tengas escapatoria y te tragues la información sin precaución alguna.

El primer capítulo de esta octava temporada se lleva la palma. Ya era bien sabido que en este programa, como no… de Telecinco, se pronuncian habitualmente invocaciones a demonios y se habían interpretado rituales espiritistas, como por ejemplo la frase estelar de Estela Reynolds: "¡Oh! demonios del averno, discípulos de belcebú..." A parte de la doctrina general que les interesa a los medios de comunicación como el movimiento gay y la destrucción de la familia

Pero lo que mis ojos vieron esa noche de lunes me aterrorizaron, dieron una clase magistral de cómo realizar la ouija, ya que el tablero aparecía en primerísimo plano durante varios minutos.

El tiempo suficiente que para cualquier persona que lo haya visto lo tenga grabado en la mente para poder hacerse el suyo propio y consultar la ouija. Pero esto no acaba aquí sino que también enseñaban espiritismo al mostrar como se le debe preguntar a un espíritu. Además para rematar la faena hacen un circulo satánico en el suelo y comienzan un ritual con el premeditado objetivo de invocar a satanás en su propia casa.

El motivo es que estas cadenas pretenden acercarnos al ocultismo para que esto nos parezca algo cotidiano, algo normal de ver, para que no nos sorprenda. Introduciendo tan descaradamente este tipo de contenidos da la impresión de que los que realizan la serie tengan gran conocimiento en materias relacionadas con el ocultismo la brujería y este tipo de cosas. Ante este tipo de calamidad, solo se me ocurriría darles una gran recomendación: apaguen sus televisores.