Los médicos han informado esta semana sobre el primer caso en Reino Unido de pérdida auditiva relacionada con el COVID-19. Con la intención de que se considere un efecto colateral potencial, se ha advertido a los médicos que no dejen pasar por alto posibles anomalías o molestias relacionadas con el oído en sus pacientes.
Hasta la fecha, se han explorado mediante diversos estudios las posibilidades de que el virus afecte a partes concretas del cuerpo de manera permanente. A raíz de que se demostrase que la pérdida de olfato y gusto eran un síntoma primario de la afección vírica, se comenzó a estudiar el posible impacto sobre el oído pero con pocos casos reportados.
¿Es posible perder audición tras el tratamiento por coronavirus?
Tras un tratamiento previo en la unidad de cuidados intensivos por dificultades respiratorias derivadas del COVID-19, fue puesto en respiración asistida durante 30 días, lo que derivó a su vez en otras complicaciones. Tras ser tratado con el ya famoso remdesivir, esteroides intravenosos y trasfusiones de sangre comenzó a mejorar.
Una semana después de quitarle el tubo de asistencia respiratoria, se percató de un pitido continuo en su oído izquierdo, seguido de una repentina pérdida total de la audición en dicho oído. Los médicos no detectaron problemas auditivos previos y destacan que estaba en buena forma física, además de no presentar bloqueo o inflamación en los oídos.
Tras hacerle pruebas sobre otras posibles enfermedades causantes de dicha pérdida auditiva, los médicos llegaron a la conclusión de que estaba asociado a la infección por COVID-19.
Evidencias previas sobre la pérdida de audición asociada al COVID-19
El profesor de audiología de la universidad de Manchester, Kevin Munro, había alertado previamente de un posible vínculo entre el Coronavirus y la pérdida de audición como consecuencia posterior, aunque pedía precaución en el diagnóstico al poder tratarse de efectos colaterales de la pandemia, como el uso prolongado de mascarillas de total cobertura facial.
En el nuevo informe sobre este paciente de 45 años, se explica que puede que el SARS-CoV-2, virus responsable de la infección, pueda haber afectado a una célula concreta del revestimiento de los pulmones, que presenta similitudes con células encontradas en el oído intermedio, por lo que la inflamación de ambas causada por el virus sería similar y sus efectos sobre la dificultad tanto respiratoria como auditiva serían ecuánimes.
A pesar de ser aún algo poco común, los médicos del British Medical Journal advierten del posible riesgo que pueda existir y como medida preventiva incentivan a los médicos a preguntar exhaustivamente a sus pacientes sobre si están experimentando algún tipo de pérdida de audición u otra anomalía auditiva.