El bruxismo es el hábito de hacer crujir o rechinar los dientes de manera involuntaria y sin un propósito específico. Si bien afecta tanto adultos como niños, son los padres los que con frecuencia se muestran angustiados y preocupados, y consultan al pediatra porque su hijo tiene bruxismo. Por tradición lo asocian a las parasitosis.
Causas del bruxismo
Es muy difícil determinar la prevalencia exacta del bruxismo. Sin embargo, afecta tanto a adultos como a niños, con porcentajes de prevalencia similares en las investigaciones realizadas.
El bruxismo puede ser primario o idiopático, que es aquel en el que no se reconocen causas médicas; y el bruxismo secundario, que es el asociado a problemas odontológicos, neurológicos, genéticos, trastornos del sueño y consumo de algunos medicamentos.
Además, el bruxismo se puede manifestar durante el día o durante la noche por lo que también se habla de bruxismo diurno y de bruxismo nocturno.
Entre los factores odontológicos, la malaoclusión dentaria es la causa más frecuente, y otra puede ser una restauración dentaria defectuosa. Desde el punto de vista psicológico, se reconoce que la tensión emocional, la ansiedad y el estrés son factores importantes en la génesis del bruxismo. Para algunos el bruxismo nocturno es una situación psíquica que ocurre durante el sueño, con origen a nivel del centro del sueño, pero precipitado por el estrés.
También se postula la asociación con factores genéticos porque que se ha encontrado una relación entre el bruxismo con otras alteraciones a nivel musculo- esqueléticas.
De igual manera se ha encontrado asociación del bruxismo con parálisis cerebral, rinitis y asma. En cuanto a las parasitosis intestinales, las diferentes investigaciones no han encontrado relación entre las parasitosis y el bruxismo en la infancia.
Consecuencias del bruxismo
Las repercusiones van a depender de la duración, frecuencia e intensidad de la actividad bruxista. Si es transitorio por lo general no ocasiona problemas, y se puede considerar fisiológico, pero si es persistente puede afectar los dientes y sus tejidos de sostén, así como los músculos que intervienen en la masticación y las articulaciones temporomandibulares.
Lo más característico observado es el desgaste de la superficie de los dientes primarios con las consecuencias que esto puede traer, como las caries y la hipersensibilidad dentaria. Si compruebas que a tu hijo le rechinan los dientes fuertemente cada noche , debes buscar ayuda profesional ya que el tratamiento debe ir enfocado a los factores asociados.