Se alargan tanto las creencias de este tipo, que llegan a ser consideradas como verdaderas, esto ocurre muchas veces por mala información que se transmite de persona a persona y, a lo largo del tiempo se vuelve cada vez más creíble, solo algunos casos pueden suceder, pero por lo general solo son casualidades.

Creencias en los adultos

Cada embarazo cuesta un diente

Falso. El calcio de un diente es estable y, ante una situación de carencia como puede suceder en el embarazo, antes quedan afectados los huesos. La realidad es que durante la gestación se segrega una hormona que relaja la sujeción de las piezas dentarias a la encía, y esto sí que constituye un problema añadido a una mayor susceptibilidad para las infecciones gingivales.

Se controla adecuadamente por un dentista, no hay que temer por la dentadura.

La calvicie es un signo de virilidad

Falso. No hay ninguna relación entre la calvicie y la actividad sexual. Las hormonas androgénicas que causan la calvicie no aumentan la virilidad. Algunos hombres calvos pueden intentar contrarrestar su pérdida de pelo aumentando la actividad sexual para demostrar que continúan siendo jóvenes y vigorosos. Quizás este sea el origen de esta pretendida y falsa asociación.

La depresión es un padecimiento de adultos

Falso. Al lado de las formas más conocidas de depresión que afectan a jóvenes y adultos en general existe un tipo de depresión, llamada anacrítica, que afecta a los niños por debajo de un año de edad, cuando se encuentran alejados del trato y de la presencia de su madre por un periodo razonablemente largo.

Se manifiesta inicialmente con insomnio y pérdida de apetito, a los que siguen una disminución de la resistencia hacia enfermedades orgánicas, cese del desarrollo somático y psicológico, apatía, inercia y, en definitiva, una falta completa de participación bien en la vida de relación o bien en la vida vegetativa. La restitución al lado de la madre lleva, en pocos meses, a la total normalización psicosomática del niño.

Cuando se ha tenido un infarto hay que olvidarse de las relaciones sexuales

Falso. Durante las primeras semanas de recuperación, del mismo modo que se evita cualquier ejercicio, por leve que sea, se debe evitar la actividad sexual, pero posteriormente se puede reanudar de forma progresiva. Mantener relaciones con la pareja habitual es un relajante valioso.

Sin embargo, practicar el sexo con nuevas compañeras si puede resultar demasiado estresante.

Creencias frecuentes en la vida

Se aprende más de los errores que de los éxitos

Falso. Los errores son a menudo más dramáticos que los éxitos, nos impresionan más y por lo tanto los recordamos más intensamente. Sin embargo, aunque los errores nos muestran que es lo que no deberíamos haber hecho, no nos advierten sobre otras alternativas que pudiéramos haber tomado en situaciones semejantes.

Las encías deben sangrar con el cepillado

Falso. Las encías sanas no sangran, aunque se realice un cepillado enérgico y concienzudo. Si esto ocurre es que existe un principio de enfermedad subyacente, ya sea una gingivitis o un proceso dental de destrucción de tejido que rodea a los dientes.

Los tampones provocan infecciones frecuentes

Falso. La vagina abierta al exterior, con frecuencia está contaminada y un tampón mantenido más horas de las debidas en su interior favorece el crecimiento bacteriano, ya que la sangre es un buen caldo de cultivo (es nutritiva) y la vagina está caliente y húmeda. Sin embargo, el problema no es del tampón si no del uso inadecuado.

Los ciegos oyen mucho mejor que los videntes

Falso. La audición de las personas ciegas no es, en modo alguno, superior a la de las personas con visión. Lo que ocurre es que los ciegos prestan mucha más atención a los sonidos, ya que tienen que guiarse por lo que oyen.