Seguro que te estas preguntando a que se refiere con adelgazar por zonas y cómo de buena sea esta estrategia. Resulta que esta dieta parte de la premisa de estar en la zona como el momento en el que el cuerpo está totalmente sano (no solo física, sino también emocional y mentalmente), y la forma de lograrlo es a través de una dieta rigurosa y equilibrada; es decir en la que se contemplen grasas, proteínas y carbohidratos de manera controlada.

Por su parte, al contrario de la pirámide alimenticia básica, que reparte el aporte calórico en 60% de carbohidratos (pan, pastas, pasteles, tortillas, harinas, etc.), de 10% a 15% de proteínas (carne, pollo, queso, frijoles, etc.) y 25 a 30% de grasas; la dieta de la zona redistribuye estas cifras de la siguiente manera: 40% de carbohidratos, 30% de proteínas y 30% de grasas.

La modificación de los porcentajes surge como consecuencia de un arduo estudio, en el que se concluye que nuestro organismo tiene un exceso de carbohidratos, lo que provoca que la grasa almacenada se estanque y se acumule; es decir, los carbohidratos contiene azucares y obligan a que el cuerpo genere insulina en la sangre, pero la que no llega a aprovecharse (por ser un compuesto de azucares) se trasforma en grasas que se almacenan en los tejidos. Esto es un problema, ya que, como habrás podido notar, se forma un círculo vicioso: acumulamos grasas porque no nos damos la oportunidad de sacarlas. Lo que hace esta dieta es estimular la utilización de la grasas acumulada por supresión de otra fuente de energía.

De esta manera, el desgaste calórico es de las reservas energéticas, y todo lo que entra se aprovecha.

Los carbohidratos, las grasas y las proteínas

En cuanto a los carbohidratos, limita la ingestión de comidas con enormes cantidades de azúcar (azúcar refinada, miel, papas, harinas blancas y pastas), y opta por todo lo que tenga fibra (frutas, cereales, integrales, verduras y legumbres).

Si lo haces así, regularás la absorción calórica proveniente de grasas e hidrocarbonados, y tendrás equilibrio.

Por otro lado, en cuanto a las grasas, su porcentaje es moderado y puedes obtenerlas en algunos frutos, como la almendra, la avellana, la aceituna y el aguacate, o bien del aceite de oliva o de la mayonesa light.

Finalmente, señalando las proteínas, estas pueden ser de origen animal o vegetal.

Dentro de las primeras, se recomienda la carne de pollo, el pavo, el conejo, los pescados azules, el yogurt, la leche y los quesos blancos.

Conoce las ventajas de esta dieta

  • Pérdida de grasa corporal
  • Mejora del rendimiento físico
  • Evita la sensación de cansancio
  • Combate los efectos del estrés
  • Ayuda a una buena digestión
  • Evita la pesadez estomacal
  • Disminuye los niveles de colesterol
  • Puedes olvidarte de contar las calorías que consumes

Recuerda que esto no es solamente una dieta, sino un cambio radical en la forma de alimentarte.