Los productos light están de moda y tus amigas los consumen, pero ¿te ayudarán a lucir esbelta?
Cuando un producto indica que es light, no significa que esté libre de pecado, sino que tiene menos azúcar, grasas o sodio que su versión normal. Los lácteos, por ejemplo, son por naturaleza alimentos con grasa, y la contienen aun en su presentación ligera. Pero cuidado con eliminar por completo la leche, ya que un buen aporte de calcio diario, además de ser indispensable para nuestro organismo, también te ayudara a bajar de peso.
¡Pendiente!
Si un producto es sin azúcar, debes averiguar que contiene.
Es común sustituirla con fructosa, la cual es la azúcar que contienen la frutas, y tu cuerpo la transformara en glucosa ¡Así como hace con la azúcar! Según expertos, en los niños no está justificado su consumo, a menos que haya un motivo de salud que se lo exija, en tal caso, es necesario consultar a un nutricionista para que dicte el régimen a seguir.
Que un alimento sea light no quiere decir que debas consumirlo a ciegas, debes verificar que contiene.
¡Que no te engañen!
Solo los alimentos de origen animal tienen colesterol; sin embargo, muchos productos quieren exagerar sus propiedades al incluir la frase “sin colesterol”, para disfrazarse de muy saludables, cuando en realidad no tienen por qué incluirlo, ya que originalmente ni siquiera lo contienen.
¿Entiendes?
Algunos productos light, acompañados de una dieta equilibrada y ejercicio, pueden ayudarte a no ganar peso, pero por si mismos no harán que adelgaces.
¿Cómo puedes quitarte un peso?
Para adelgazar sin afectar tu salud, recurre a un nutricionista para que te diga qué productos te conviene consumir y te oriente sobre las marcas confiables.
Para que reduzcas medidas, mantén estables los niveles de azúcar en la sangre, ¿Cómo?
- Hazte amiga de las verduras y come por lo menos tres tazas de ellas al día
- Invita a tu mesa a las frutas con cascara.
- Combina la fruta o el cereal con alguna proteína (Por ejemplo,1/4 de melón con queso cottage y almendras o nueces).
- Aléjate de las harinas, las salsas agridulces y los aderezos comerciales.
- No te olvides de las leguminosas (frijoles, garbanzos, habas y lentejas)
- Bebe ocho vasos de agua al día, de preferencia fría, ya que el organismo gasta calorías al calentarla.
- Haz ejercicio tres veces por semana.
No confíes en productos que no ofrezcan información nutricional, seguramente pueden hacerte daño.