No hay nada mejor que tomarnos un vaso de agua fría cuando hace mucho calor o estamos haciendo alguna actividad física. Ese momento en el que sentimos el líquido en nuestros labios y luego en todo nuestro cuerpo, es realmente reconfortante y refrescante.
Es muy importante saber que no debemos esperar que nuestro organismo se desgaste o tenga sed para tomar agua, ya que eso es un signo de deshidratación. Tomar suficiente líquido es esencial para gozar de un buen estado de salud. Pero,debemos tener cuidado con lo que ingerimos.
Cantidades necesarias de líquido
La cantidad de líquido que se debe tomar diariamente, no es igual para todos, ya que varía de una persona a otra. Es así como algunas necesitan hasta 15 vasos diarios, mientras otras solo requieren cuatro. Todo depende principalmente de la edad, metabolismo, la práctica de alguna actividad física o padecer de alguna patología. De igual forma, se recomienda beber ocho vasos diarios aproximadamente.
No obstante, el cuerpo de un adulto está constituido por 65% de agua aproximadamente. Y para mantener el organismo hidratado se aconseja que a partir de 14 años de edad, así como adultos y personas mayores, ingieran entre dos y dos litros y medio de agua al día, tanto hombres como mujeres.
¿Qué sucede si no tomamos ningún líquido?
Si nuestro cuerpo no recibe la cantidad de líquido necesaria, a largo plazo puede provocar ciertos daños y afecciones en los riñones, como lo es la aparición de cálculos, mejor conocido como litiasis renal, deshidratación crónica y finalmente pero no de manera frecuente, tener mayor riesgo de padecer cáncer de vejiga.
Asimismo, la deshidratación a corto plazo puede ocasionar cefalea, cambios de humor, fatiga, sueño y ciertas alteraciones en el metabolismo.
Controla el azúcar
Si se tienen problemas de sobrepeso o se intenta adelgazar, se recomienda reducir el consumo de bebidas azucaradas, ya que son la principal fuente de calorías resultantes de líquidos.
Inclusive, estas bebidas están muy por delante en calorías de las edulcoradas artificialmente, dietéticas, leche, jugo natural, café y té con azúcar y alcohol. No es conveniente excederse con aquellas bebidas que contengan mucha fructosa como lo son los refrescos, limonadas y zumos de frutas endulzados, porque si se consumen en exceso pueden elevar la tensión sanguínea.
¿Qué debemos ingerir?
Las bebidas que más se recomiendan por tener un bajo índice calórico y ricas en nutrientes son:
- Agua mineral
- Te y café (sin excederse)
- Zumos de frutas hechos en casa y sin azúcar
- Limonadas con edulcorante artificial
- Leche de almendras.
Algunas veces no nos damos cuenta, y llegamos a pasar horas sin tomar un solo vaso de agua. Hidratemos nuestro cuerpo con bebidas sanas y nutritivas y veremos buenos resultados.