Las Enfermedades de la era actual, como el estrés generado por el trabajo, son desencadenantes de más padecimientos que afectan físicamente nuestra salud. Todos tenemos en cuenta que las situaciones estresantes existen, pero realmente no hacemos mucho para dejarlo de lado.

En el trabajo – y más si es un ambiente de oficina – tratar de relajarnos y ser eficientes, tal pareciera una doble proeza. Asimismo el sedentarismo laboral, también implica un aumento de la tensión cuando se está todo el tiempo trabajado en una máquina.

Toda esta carga de problemáticas físicas y mentales, se deben a la agitada vida moderna, que se vive hoy en día.

Tendemos a crear tareas, u añadirnos a proyectos como si fuéramos más engranes y menos humanos. De alguna manera el hombre, se ha reconstituido como una herramienta más del escritorio, un ser humano que perdió su capacidad humana y que solo advierte el incesante tecleo de la computadora y los datos que aparecen en la pantalla. La desesperación por no ser quienes somos, da como resultado otras anomalías de las que apenas estamos conscientes.

Adultos inquietos, también se suman al TDAH

El TDAH ya no es únicamente una condición que afecta al público infantil, ahora los adultos de igual forma padecen esta afectación. Este tipo de condición fue reconocida en el año 2008 – en Reino Unido – pero aún estamos a la espera, de que haya un cálculo exacto sobre la cantidad de personas, que pudieran estar pasando por esta serie de trastornos.

Las manifestaciones del trastorno son: hiperactividad, impulsividad, depresión o ansiedad.

Esta sintomatología podría parecer la de cualquier persona, con altos niveles de estrés. Sin embargo hay afectaciones que encubren otras y es posible que luego de una lesión cerebral, se desarrolle el TDAH.

TDAH. Viviendo en el desconocimiento

Hay muchas personas que han vivido con el TDAH desde su nacimiento, solo que no han sido diagnosticadas con el trastorno. Todavía hay mucha incongruencia para fundamentar esta afección en adultos, y sumando la ignorancia y el desconocimiento general, el paciente pasa la mayor parte de su vida, arrastrando el trastorno y sin un diagnóstico acertado.

Varios individuos ven deficiencias en su calidad de vida, en el desarrollo adecuado de sus actividades laborales, así como en la interacción personal con otras personas. Estas dificultades siempre fueron atribuidas a la falta de otras capacidades, sin saber que una ansiedad constante, es parte de un trastorno que hasta la fecha era desconocido en adultos. Esperemos que estos diagnósticos se desarrollen en otras regiones – como en Reino Unido – para saber realmente que afecta nuestra vida psicológica.