Muchos creen que ejercitarse se trata de algo vanidoso, una actividad que realizamos para estar en forma y lucir bellos. Sin embargo, no hay nada más alejado de la realidad. El ejercicio está muy relacionado con la felicidad y la salud, incluso más de lo que nos gustaría imaginar.

Aunque nos cueste admitirlo, el ejercicio no solo nos ayuda físicamente. Más de uno ha demostrado los innumerables beneficios que este trae a la mente y al cuerpo, y es algo que va más allá de la apariencia.

¿Qué beneficios nos trae hacer ejercicio?

Intentar contar todos los beneficios que podemos obtener gracias al ejercicio sería inútil porque son infinitos:

Al ejercitarnos, sin notarlo, nos sentimos más felices, más tranquilos y esto no es mera casualidad: el cerebro libera endorfinas ytoxinas cuando hacemos ejercicios y estas sustancias nos hacen sentir en paz y alegres.

Aunado a esto, la actividad física es un tranquilizantenatural y nos ayuda a eliminar tensiones y estrés. Esto está relacionado, a su vez, al cumplimiento de logros: cuando creemos que alcanzamos o luchamos por un objetivo, una sensación de paz y tranquilidad nos invade.

Además, es una excelente forma de mantener activo no solo el cuerpo sino el cerebro pues está comprobado que el ejercicio ayuda a mejorar la atención y la memoria.

Igualmente, el ejercicio nos permite adelgazar no solo por la quema de calorías, sino también por la aceleración del metabolismo, cosa que nos ayuda a bajar de peso de forma saludable.

¿Ayuda a prevenir enfermedades?

Al mantenernos en constante actividad física, estamos ayudando a nuestro cuerpo a prevenir ciertas enfermedades.

Por ejemplo, los riesgos de sufrir de diabetes disminuyen considerablemente cuando nos ejercitamos, pues no solo se quema grasa, sino también azucares.

Por otra parte, al mantenernos en constante movimiento, ayudamos a tener huesos fuertes, evitando así la osteoporosis. Incluso enfermedades como el cáncer pueden prevenirse si se es físicamente activo, pues disminuye la propagación de las hormonas sexuales libres y otras hormonas metabólicas, además del daño oxidativo, sin mencionar que promueve la creación de ciertas hormonas que impiden que el cáncer se propague.

Finalmente, el envejecimiento llega más tarde pues al ejercitarnos, fortalecemos los músculos y el corazón, haciendo que la juventudse extienda por mucho más tiempo.

¿Cuánto debemos ejercitarnos?

Siempre escuchemos a nuestro cuerpo. Hay que empezar de forma gradual. Lo ideal es hacer, por lo menos, 20 o 30 minutos de actividad física diarios.

Conforme pase el tiempo y nuestro cuerpo se acostumbre, podremos aumentar el límite y la intensidad. No exageremos con la actividad física, con caminatas diarias, ya estamos logrando algo. No olvidemos que una buena dosis de ejercicio va de la mano de una alimentación sana y recordemos lo más importante: la hidratación.

Ahora, a llenarnos de energía, a tomar las botellas de agua y hagamos lo mejor por nuestro cuerpo: ejercicio. A la larga, nos lo agradecerá.