Una de las costumbres más arraigadas que tienen los seres humanos es tocarse el rostro. Durante todo el tiempo que estamos despiertos sentimos la necesidad de tocarnos la nariz, los ojos, la cara y hasta la boca. Muchas veces se nos olvida que tenemos las manos sucias y hasta agarramos algunos alimentos. Según estudios realizados en un laboratorio en EEUU por Tasha Sturm, nuestras manos cuando no están limpias tienen millones de bacterias.

Tocarse el rostro es peligroso

Cuando las personas sienten la necesidad de tocarse el rostro y están en la calle, muy pocas veces tienen la oportunidad de lavarse las manos con agua y jabón por lo que sin saber y sin querer ayudan a miles de bacterias a colonizar la cara, la nariz, los ojos y hasta la boca, incluso algunos incluso se tocan los ojos, aumentando así la posibilidad de adquirir una infección ocular.

Cuando una persona desea tocarse el rostro constantemente, puede que se deba a que es muy nerviosa y sin saber aumenta el riesgo de infectar un folículo. Estas infecciones se complican y en algunos casos hay que operar, aunque no todas se originan por tocarse la cara. Limpiarse la nariz con los dedos sucios es aún más peligroso ya que si en ese instante respiramos, podemos introducir a nuestro sistema respiratorio bacterias potencialmente peligrosas, ya que es posible que estemos en la oficina tocando el teclado del ordenador, uno de los cultivos de bacterias más mortales que existen.

Las manos deben lavarse constantemente

Debido al uso que le damos a nuestras manos estas deben lavarse lo más que se pueda y aunque algunos recomiendan productos para eliminar bacterias que no requieren agua, es mejor si tenemos la posibilidad de lavarlas con jabón natural y agua, ya que se mantiene el pH de la piel y es mejor el lavado con agua ya que con la espuma que se forma podemos lavarnos hasta dentro de las uñas que es donde pueden haber más bacterias y si es un niño con más razón hay que lavárselas.

En los países donde han ocurrido pestes, los que se han lavado las manos muchas veces al día han logrado conservar la vida. Este hábito debe formar parte de nuestra vida y se debe enseñar a los niños ha lavarse las manos todas las veces que puedan. Prácticamente tocamos todas las cosas con las manos y casi que cada segundo las bacterias se montan en las manos buscando un huésped.

Los que tienen mascotas y les gusta acariciarlos deben lavarse las manos inmediatamente.

Sin embargo, tocarse el rostro debe ser algo estrictamente necesario y solo con las manos limpias, y no por provocación. Es vital que nos acostumbremos a no tocar nuestra cara y nos percataremos de que hasta Enfermedades recurrentes como la gripe serán cosas del pasado.